“Antes de Elvis no había nada”. Así de contundente fue John Lennon cuando se refirió al impacto e influencia que el chico de Tupelo, Mississippi, tuvo en él y en el resto de The Beatles. Y así nos podríamos seguir con decenas de músicos famosos que tienen en Elvis Presley, el Rey del Rock, a una de sus más grandes influencias.
De hecho, de Elvis se pueden escribir varios libros que abarquen, cada uno, diversos aspectos de su vida, pues de La Pelvis se ha dicho de todo: que si fue un ladrón del talento y melodías de la comunidad afroamericana de su época, que era un pésimo actor que sólo hizo cine para ganar dinero, que si al final de su vida vivía en la paranoia y un larguísimo etcétera.
Pero a unos días de que se cumplan 40 años de su muerte, ocurrida el 16 de agosto de 1977 en su mansión de Graceland, en Memphis, hay algo que no se puede negar: su impacto y legado han sido únicos. Se podrá decir como músico era mediocre, pues medio tocaba la guitarra y en realidad no componía sus temas, pero nadie ha llegado a tener su gran voz, con la que era capaz por igual de cantar rock que blues, gospel, baladas, pop o prácticamente lo que fuera; y nadie ha tenido la imagen, o más bien, el poder de la imagen que proyectaba por igual en un escenario que en un estudio de televisión o donde fuera.
Elvis fue, como bien lo dijo Bono, “el Big Bang del rock and roll. Fue el único capaz de juntar dos culturas completamente diferentes y fusionarlas en una persona”, en lo que concuerda el gran director y compositor Leonard Bernstein: “Elvis es la fuerza cultural más grande del siglo 20. Introdujo el ritmo en todo y lo cambió todo: la música, el lenguaje, la ropa… es una revolución social completa”. De Elvis han hablado maravillas artistas del calibre de Lennon, McCartney, Madonna, Billy Joel, Bruce Springsteen, Bob Dylan, Chuck Berry, Mick Jagger, Elton John y Jim Morrison, entre otros. Pero, ¿sigue siendo Elvis relevante hoy en día? O mejor replanteo la pregunta: ¿Elvis es alguien que le importe a la generación de los millennials? Una encuesta reciente realizada en Inglaterra por la empresa YouGov arrojó que 29% de las personas entre 18 y 24 años de edad nunca habían escuchado a Elvis, y sólo le gustaba al 12%.
Pues sí. Pero eso es lo que piensan los ingleses. Hay que recordar que si una cosa le faltó a Presley en su época de gloria fue hacer giras por el extranjero, lo cual nunca hizo. Esto quiere decir que el appeal de Elvis es, básicamente, con el público estadounidense. O ahí empezó. Sus numerosas películas fueron tan infumables que nunca sirvieron para crearle una gran fama a nivel internacional, al contrario de lo que hizo con lo que mejor sabía hacer: cantar.
Pero la idea de que los millennials han “matado” a Elvis o que no les importa considero que está sesgada en esa encuesta, sobre todo si se toma en cuenta que actualmente hay más de 250 mil imitadores de Presley en todo el mundo, que su mansión de Graceland es visitada por más de 600 mil personas cada año (sólo detrás de la Casa Blanca), o que sólo en 2016 sus canciones fueron escuchadas en plataformas de streaming (la principal fuente de música para la generación millennial) más de 330 millones de veces.
Quizá lo que pase con los millennials es que, más bien, no se han dado cuenta de quién es Elvis, o no se han fijado en que éste ha influido en varios de los artistas que idolatran y que, incluso, han grabado canciones del Rey, como Michael Bublé, Meghan Trainor y Twenty One Pilots (Can’t help falling in love); Ronan Keating (Suspicious minds); Beyoncé (Fever) o Justin Timberlake (Jailhouse Rock).
Ejemplos de que la música de Presley no ha pasado de moda están en estrellas como Britney Spears, quien declaró: “Amo su música, ¿quién no lo hace? Es el Rey. Simplemente no podías quitarle los ojos de encima. Creo que era el hombre más sexy que ha caminado en la Tierra. Lo amo”, o Bruno Mars, quien siempre ha declarado que una de sus más grandes influencias es Elvis, tanto que a los cuatro años se convirtió en el imitador de éste más pequeño del mundo y cuyo video circula por Internet.
No, Elvis no ha pasado de moda ni su influencia se ha perdido. Sólo falta que las nuevas generaciones se den cuenta de quién era. En ese sentido, quizá no hay nadie mejor para describir lo que fue el antes y el después de Elvis que Keith Richards, el legendario guitarrista de los Rolling Stones: “Antes de Elvis, todo era en blanco y negro. Cuando llegó, todo se convirtió en un glorioso Technicolor”. El Rey no ha muerto.
caem