WASHINGTON.- El Presidente de EU, Donald Trump, dijo ayer que si el líder norcoreano, Kim Jong-un, ordena un ataque contra la isla de Guam se verá con una respuesta “que nadie ha visto antes en Corea del Norte“.
Al cierre de una reunión de seguridad con su vicepresidente, Mike Pence; su asesor de seguridad nacional, H.R. McMaster, y su jefe de gabinete, John Kelly, Trump reiteró ayer sus advertencias a Corea del Norte.
El régimen de Pyongyang detalló horas antes que prepara un plan para disparar a mediados de agosto dos misiles de medio alcance cerca de las aguas territoriales del Guam, isla estadounidense en el Pacífico Occidental y sede de una estratégica base naval.
Observadores y analistas consideran que el detalle con que se hizo público el plan podría señalar una intención real de llevar a cabo el lanzamiento, que debería ser autorizado en última instancia por Kim Jong-un y desencadenaría sin duda una escalada en la región.
“Ya veremos lo que hace con Guam. Si hace algo en Guam, (desencadenará) un evento que nadie ha visto nunca antes en Corea del Norte. Él verá (…). No va a poder ir por ahí amenazando Guam, EU., Japón o Corea del Sur“, aseveró Trump.
En opinión del presidente, Kim Jong-un “ha faltado el respeto a nuestro país enormemente y no se va a salir con las suyas”, algo que dijo ha pasado con él y sus antecesores de la dinastía Kim, pero no volverá a pasar.
Trump aseguró que están preparados para varias eventualidades militares y aseguró que su duro lenguaje no es un “desafío”, sino una “declaración de hechos”.
Debido al aumento de la tensión con Corea del Norte, que según la inteligencia estadounidense podría poseer ya una ojiva nuclear para montar en un misil intercontinental, Trump anunció un aumento en el gasto de sistemas antimisiles.
“Vamos a incrementar el presupuestos en muchos miles de millones debido a Corea del Norte y otras razones”, reveló el mandatario, quien prometió un anuncio sobre inversión en sistemas antimisiles la próxima semana.
La escalada verbal entre EU y Corea del Norte dio ayer un nuevo paso, disparando el nerviosismo entre los inversores y provocando pérdidas en Wall Street.
Investigan ataque a diplomáticos en Cuba
Estados Unidos, Canadá y Cuba investigan las causas de los malestares físicos que han presentado representantes diplomáticos de los dos países de Norteamérica en la isla, situación por las que fueron expulsados dos diplomáticos cubanos de EU.
El Gobierno estadounidense no ha confirmado la naturaleza de los síntomas físicos sufridos por varios de sus diplomáticos en Cuba, pero según informes de prensa fueron víctimas de un “ataque acústico” con “dispositivos de sonido”, que les hizo perder capacidad auditiva.
La portavoz del Departamento de Estado de EU, Heather Nauert, informó ayer que todavía no sabe con seguridad quién fue el responsable de los “incidentes” y que por tanto no puede culpar por ahora a “ningún país” por el suceso.
Sin embargo, EU exigió el pasado 23 de mayo la salida de dos diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington, en respuesta a lo ocurrido.
El Gobierno cubano aseguró que jamás ha permitido que la isla sea utilizada para acciones contra diplomáticos y que cuando Washington le informó en febrero pasado de los hechos, inició una “investigación exhaustiva, prioritaria y urgente” y reforzó las medidas de seguridad para los diplomáticos de EU.
Nauert confirmó que el Gobierno cubano les “ha proporcionado asistencia en la investigación” sobre lo sucedido.
Aunque Washington no culpa por ahora directamente al Gobierno cubano de causar el incidente, sí decidió expulsar a dos de sus diplomáticos porque, en base a la Convención de Viena, el Ejecutivo de Raúl Castro “es responsable de la seguridad” del personal estadounidense en La Habana, explicó la portavoz.
En tanto, el Gobierno canadiense informó ayer que al menos uno de sus diplomáticos destinados en La Habana ha sufrido dolencias físicas similares a las que han afectado a representantes estadounidenses en la capital cubana y está trabajando para esclarecer “la causa”.
Y alista plan contra opiáceos
El Presidente de EU, Donald Trump, adelantó ayer que tiene previsto declarar una “emergencia nacional” por la adicción a los opiáceos en el país y que diseñará un plan oficial para hacerle frente a este flagelo por el que 91 estadounidenses mueren al día.
“La crisis de los opiáceos es una emergencia. Y estoy diciendo oficialmente ahora que es una emergencia. Una emergencia nacional”, afirmó Trump en declaraciones a los periodistas desde su club de golf de Bedminster (Nueva Jersey), donde pasa sus vacaciones.
En su encuentro con los medios, Trump prometió que su estrategia de emergencia contra el abuso de opioides implicaría el gasto de muchos recursos y de mucho tiempo para hacerle frente a esta crisis.
“Esto es una emergencia nacional y estamos redactando documentos para certificarlo”, insistió el presidente, al hacer hincapié en que se trata de un “problema grave”.
“Nunca ha habido algo como lo que ha sucedido en este país durante los últimos cuatro o cinco años”, agregó el mandatario republicano.
Trump hizo esos comentarios tras abordar el pasado martes con su equipo la crisis generada por la adicción a analgésicos opiáceos con receta como OxyContin o Vicodin, que lleva a muchos estadounidenses a engancharse después a la heroína, más barata en el mercado negro.
caem