A 40 años de su muerte, el cantante Elvis Presley, considerado un icono mundial en el género del rock and roll, será recordado con diversas actividades como parte de la Vigilia Anual, que organizan sus fans, y que incluye conferencias, bailes, imitaciones y subastas, entre otras.
Estas jornadas forman parte de “La Semana de Elvis”, que en esta ocasión será especial, porque ofrecerá al mundo un sinnúmero de eventos.
Desde los 22 años y hasta su muerte el 16 de agosto de 1977 a las 14:20 horas, vivió en Memphis y allí mismo falleció en su residencia llamada Graceland, que desde que desde ese momento se ha vuelto un lugar obligado para ser visitado por el turismo.
Graceland es la segunda mansión más visitada de Estados Unidos, luego de la Casa Blanca, esto se debe a que allí vivió “El Rey” que rompió esquemas y que en su honor, desde el 11 y hasta el próximo 19 de agosto el mundo posará sus ojos para continuar con el legado del quien enloqueció a millones con sus característicos movimientos a la hora de bailar.
Otro evento que tiene por objeto recordar al intérprete de “Suspicious mind” es el documental titulado “Elvis Presley ¡Vive!”, que se proyectará este domingo 13 de agosto por el canal de noticias CNN en Español.
Dicho programa resaltará aspectos importantes y decisivos en la vida del también actor que hoy a su casi 40 años de haber fallecido.
CNN en Español ha prometido que el documental será ilustrado con imágenes poco vistas de su actuación en Las Vegas con Liberace y de sus seguidores que eufóricamente los seguían a donde se pudiera.
Se incluirán revelaciones de quien fuera su esposa Priscilla Presley, así como de Mary Ann Mobley y Donny Osmond.
Además de los actos ya narrados, para conmemorar las cuatro décadas de la partida de Presley, se suma la subasta del piano favorito del cantautor estadunidense.
El famoso Knabe White Baby Grand Piano adquirido por el icono musical en 1957, el cual personalizó y lo utilizó para ensayos y presentaciones hasta 1969, está a la venta en línea, y la subasta concluirá el 16 de agosto.
Lo relevante es que se prevé que sea subastado entre dos y cinco millones de dólares, y parte de lo recaudado se donará a Starkey Hearing Foundation, dedicada a proporcionar aparatos de audición a personas que los requieren en Estados Unidos y en otros países.
Apenas en mayo pasado se vendió “Lost”, uno de los jets privados que perteneció a Presley y a su padre Vernon, fue subastado en 430 mil dólares. La aeronave es un Lockheed Jetstar Jet que fue una atracción turística en un aeropuerto de Roswell, Nuevo México.
De acuerdo con la casa de subastas el avión nunca fue restaurado y permaneció intacto tal como lo dejó Elvis.
Elvis Aaron Presley nació el 8 de enero de 1935, en el poblado de Tupelo, Mississippi. Fue hijo gemelo sobreviviente de Vernon y Gladys Smith Presley, quienes trabajaban en una compañía de pinturas y en un hospital como enfermera, respectivamente.
Vivió apegado a su madre, particularmente tras el cambio de residencia familiar a la ciudad de Memphis, Tennessee, donde a partir de sus 13 años empezó a desarrollar un interés por el blues.
Tras egresar de la secundaria, Elvis se empleó como chofer de tractor en una compañía de electricidad, hasta que cierto sábado de julio de 1953 decidió acudir a la modesta compañía de discos Sun Records, para realizar una grabación privada de la canción “My happiness”, que le regalaría a su madre el día de su cumpleaños.
Un año después regresó al estudio con el propósito de grabar un segundo disco privado, que incluiría las canciones “Amor de ocasión” y “Nunca permaneceré en tu camino”. Fueron precisamente estas interpretaciones las que le abrieron el camino hacia la fama y éxito, al llamar la atención del promotor Sam Phillips.
El año de 1956 fue decisivo en su carrera, ya que grabó por primera vez en los estudios neoyorquinos de la RCA su versión de la canción de Carl Perkins, “Blue suede shoes”, así como siete selecciones más para su primer LP con la prestigiada compañía estadunidense.
En ese mismo año, su éxito “El hotel de los corazones rotos” lo convirtió en millonario vendedor de discos. De ahí llegó al éxito en las taquillas de los cines con su primer largometraje, originalmente titulado “The Reno brothers”, pero renombrada “Love me tender”, en honor a una de sus canciones más sentidas.
Un año antes, a raíz de trabajar con el coronel Parker y los célebres Scotty Moore, Bill Black y DJ Fontana, la mercadotecnia hizo acto de presencia.
En sus conciertos empezaron a venderse todo tipo de “souvenirs”: corbatas, balones, sombreros, gorras, camisetas, calcetines y cualquier cosa que a finales de siglo formaron parte indispensable de la gira de cualquier grupo de rock que se preciara de su fama.
El 24 de marzo de 1958 ingresó al Ejército de Estados Unidos, enterrando con ello la que sería su época más interesante como cantante e innovador. Asignado recluta al fuerte Chaffee de Arkansas, el ídolo de las jovencitas de los 50 permitió que le cortaran el copete.
Aquella imagen de seguridad que proponía proyectar al mundo empezó a derrumbarse el 14 de agosto de 1958, cuando a los 42 años, su madre murió.
Elvis regresó a su país transformado, con la chica a la que amaba, Priscila, con una madrastra y su hábito por las pastillas para dormir. Pero nada de esto, ni siquiera su falta de conciertos, afectó el cariño de sus admiradoras.
Con el nacimiento de su hija Lisa Marie, la popularidad de Elvis recibió un nuevo ascenso. A partir de ese momento, la letra de las canciones que interpretaba se convirtieron en poemas llenos de amor, vivencias, sustancia y realidad.
En esta etapa sus mayores éxitos fueron canciones del tipo de “Suspicious minds”, “In the ghetto” y “Burning love”. Priscilla, por su parte, se consolaba de los rumores de las citas furtivas de Elvis con sus admiradoras, entendiéndose con el profesor de karate de su marido.
Elvis pasó de la depresión a la esquizofrenia, de la melancolía a la hiperactividad, de la amabilidad a la ira y a la histeria, de sus 70 kilos de peso a los más de 115 que lo aislaron en las paredes de Graceland
Las pocas presentaciones personales que realizó en aquella época fueron de mal en peor. En escena, daba la impresión de que no le importaba nada, ni la música, ni su imagen, ni sus largos monólogos que cada día se volvían más incomprensibles.
Pocos días antes de su muerte, Elvis ya no coordinaba sus ideas; perdía la memoria y caía en incoherencias. Luego de ser trasladado de manera urgente al hospital Baptist Memorial, en Memphis, fue declarado muerto el 16 de agosto de 1977.
En Inglaterra hubo quienes de manera espontánea vistieron de luto. En París, el diario “Le Monde” le rindió homenaje póstumo y en Japón los locutores lloraron de manera abierta ante el micrófono.
Los admiradores llegaron a Graceland para formar parte del cortejo fúnebre que acompañaría a Elvis a su última morada.
El intérprete sigue siendo noticia mediante diferentes eventos, como la subasta realizada en el 2010 donde se presentaron más de 200 piezas relacionadas con Elvis, que van desde un bote con cabello suyo, Discos de Oro, cartas y su piano Knabe blanco con ribetes de oro.
O la realizada a principios de agosto de 2011 en la ciudad de Buenos Aires, donde se ofrecieron piezas como fotografías y posters del icono del rock and roll.
Elvis aún es inspiración para diversos artistas, y su persona figura en los diversos medios de comunicación, por lo que en 2011, salió a la luz el nombre de una misteriosa mujer que aparece besándolo en una famosa fotografía titulada “El beso” (1956).
En 2013, el intérprete de “Always on my mind” fue homenajeado por miles de personas en Graceland, a 36 años de su muerte.
Un año más tarde se editó el tema “Love me tender”, en el cual colaboró junto a Barbra Streisand.
Asimismo, el tema inédito de Elvis Presley “Just can’t help believin”, grabado en directo desde Las Vegas, también fue lanzado.
El tema estuvo incluido en “Elvis: That’s the way it is” (Edición Deluxe), el álbum y el documental realizado por “El Rey” en 1970, juntos por primera vez en esta edición de lujo que incluyó ocho compactos y dos DVD.
aarl