El Instituto Nacional Electoral (INE) estima fijar en 430 millones de pesos el tope de gastos de campaña de la próxima elección presidencial, lo que significaría un incremento de más de 90 millones respecto a los comicios de 2012.
Dicho monto, que es una cifra preliminar y se prevé sea aprobado por el Consejo General en los próximos meses, representa lo que podrá gastar cada candidato presidencial, tanto de financiamiento público como privado.
En la página electrónica del INE existe un diagnóstico donde se señala que se prevé un tope de gastos de campaña para la próxima elección presidencial de 430 millones de pesos; en cambio, en los comicios de 2012, el tope fue de 336.1 millones de pesos.
Los topes de gastos de campaña, a nivel federal, se calculan conforme a los ciudadanos inscritos en el padrón electoral y la Unidad de Medida y Actualización.
En contraste, en los estados, cuando existen elecciones locales, se calculan los topes de gastos de campaña de manera autónoma.
El INE realizó un ejercicio con las elecciones pasadas y señaló que “si en la elección presidencial del 2018 se aplicara la misma fórmula que en Coahuila para los topes de gastos de campaña, la cantidad ascendería a 811 millones de pesos. Sin embargo, el tope estimado será de 430 millones de pesos, es decir casi la mitad”.
El documento abunda que si en la próxima elección presidencial se aplicarán la fórmula de Nayarit, cada candidato presidencial podría gastar dos mil 117 millones de pesos; y si se hace con la fórmula del Estado de México, serían dos mil 200 millones de pesos por aspirante.
Nuevas reglas
Cabe destacar que en la elección de 2018 se utilizará una nueva legislación, producto de la Reforma Electoral de 2014, principalmente en la cuestión del prorrateo y la anulación de elecciones por rebase de topes de gastos de campaña.
Con la fórmula de 2012, diferentes candidatos de un mismo partido o coalición, que realizaban eventos masivos conjuntos, podían sumar sus gastos de campaña y presentarlos como uno solo.
Ahora, con las nuevas reglas y un sistema de fiscalización electrónico, el INE está obligado a sumar por separado los gastos de cada candidato.
La elección podría anularse por rebase de topes de gastos de campaña, en el caso de que el candidato ganador gaste más de 5% de lo permitido y la diferencia con el segundo lugar sea menor a 5%.
caem