Llevamos una semana concentrados en la trama del futbolista Rafael Márquez y Julión Álvarez, ambos señalados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presuntamente ser prestanombres de una organización criminal dedicada a lavar dinero del Cártel Jalisco Nueva Generación.

 

El líder de esta organización, Raúl Flores Hernández, de acuerdo a los funcionarios de la PGR consultados, fue quien decidió otorgar la información a las autoridades mexicanas y estadounidenses. Según cuentan, no costó mucho trabajo que decidiera colaborar, y tras ser detenido el 20 de julio pasado sólo bastaron tres días para que diera el nombre de las 42 empresas y de las 21 personas que ahora conocemos por la alerta del Departamento del Tesoro.

 

En el caso de Rafael Márquez y Julión Álvarez, este hombre declaró que los conocía, que por 20 y 10 años, respectivamente, había hecho negocios e inversiones con ellos. En el caso de Rafa, señaló que lo conocía bien y que eso le ayudó a poder hacer diversos negocios de manera directa. En el caso de Julión, declaró que fue a través de sus representantes que hacía las inversiones y negocios con él.

 

En ambos casos, El Tío fue claro: “Ni Julión ni Rafa sabían la forma en que yo obtenía recursos; sólo sabían que era un empresario al que le iba bien en los negocios”.

 

Y pese a que el mayor indicio es que estos dos personajes no sabían los vínculos de este empresario con el narco, el problema a investigar son los métodos financieros mediante los cuales Raúl Flores invierte en los negocios tanto de Rafa como de Julión, es decir, por años invertía grandes cantidades en efectivo, lo cual, al final del día, es para las autoridades lavado de dinero.

 

Pero la trama no termina ahí, ya que, insisto, nos hemos concentrado en los dos personajes públicos de la investigación; lo importante realmente aún no se ha hecho público. Raúl Flores no sólo dio el nombre de las empresas y de parte de los involucrados en sus negocios.

 

Desde el 25 de julio pasado, las autoridades han estado indagando la inversión de gran parte de los recursos financieros de este personaje en Centro y Sudamérica. Aún para hoy las pesquisas no han concluido y parecen ser las más importantes, pues varias empresas de renombre en México podrían estar involucradas en la investigación.

 

De acuerdo con los funcionarios consultados, las autoridades mexicanas y estadounidenses han detectado el método mediante el cual tanto la organización de Raúl Flores, los hermanos González Valencia y el Cártel Jalisco Nueva Generación han estado blanqueando grandes capitales a través de la creación y compras de empresas.

 

Compañías que, incluso, hace unos meses fueron señaladas en los escándalos de los llamados Panamá Papers y en los cuales se menciona a varias empresas mexicanas, así como a diversos personajes y empresarios que movieron sus capitales a paraísos financieros en Centroamérica.

 

Es necesario hacer notar que si las autoridades de México logran detectar el movimiento y las empresas involucradas podrían dar uno de los golpes más fuertes a los cárteles del narcotráfico, pues por primera vez darían un golpe importante a las finanzas, lo cual significa un movimiento más importante que la captura de un cabecilla de estos grupos.

 

El problema es que por años las pesquisas financieras en contra de estas organizaciones han sido complicadas, debido a que el lavado de dinero es un delito complejo de comprobar y por ello toma relevancia la forma en que investiguen el caso y las empresas ligadas a Raúl Flores Hernández.

 

caem