WASHINGTON.- El Gobierno de Estados Unidos aseguró ayer que buscará un calendario agresivo para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá, ya que cuentan como texto base el pacto comercial previo en vigor desde 1994.
“Vamos a ser bastante ambiciosos para avanzar en los diferentes capítulos”, indicó un funcionario de la Oficina del Representante de Comercio Exterior de EU, quien pidió mantener el anonimato, en una conferencia telefónica para comentar las expectativas de la primera ronda de conversaciones que comienza hoy en Washington.
“Canadá y México comparten nuestra ambición de un calendario agresivo”, agregó.
El objetivo final es alcanzar un acuerdo sobre el nuevo TLCAN para comienzos de 2018, ya que el próximo año hay elecciones legislativas en EU y presidenciales en México.
La administración Trump anunció que su meta en las negociaciones del TLCAN es eliminar los déficits comerciales con México y Canadá, eliminar el Capítulo 19 de Resolución de Controversias, e incorporar temas no incluidos en el acuerdo original, como manipulación de divisas y corrupción.
Asimismo, EU tratará de forzar mayores regulaciones medioambientales y laborales en México, ya que de este modo se logrará equilibrar algo más el campo de juego al encarecer los costos de producción en el vecino del sur.
El encuentro hoy en el hotel Marriott Wardman de Washington marcará el inicio de esta controvertida renegociación con las declaraciones del Representante de Comercio Exterior de EU, Robert Lighthizer; el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, y la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.
Tras la comparecencia inicial de los ministros, serán los jefes negociadores quienes asuman la batuta para actualizar y modernizar el TLCAN.
Por México, será Kenneth Smith, encargado de comercio de la embajada mexicana en Washington y que ya participó en la negociación del acuerdo inicial; por EU, John Melle, actual asistente de Comercio Exterior para el Hemisferio Occidental, y Steve Verheul por Canadá, quien ya estuvo al frente del reciente pacto del país con la Unión Europea.
La promesa de renegociar el pacto comercial fue uno de los ejes de campaña electoral del presidente estadounidense, Donald Trump, quien lo calificó de “desastre” y prometió cerrarlo si no se lograba uno mejor para los intereses de su país.
En la conferencia telefónica, el funcionario estadounidense insistió en que el objetivo de las conversaciones es un acuerdo de comercio “recíproco, libre y justo”, tal y como ha repetido en los últimos tiempos el presidente Trump.
También insistió en la necesidad de reforzar la producción manufacturera doméstica, algo que afecta al espinoso ámbito de “las reglas de origen” y la posibilidad, no confirmada, de que EU vaya a solicitar cuotas de producción.
Curiosamente, y frente a la industria y empresarios, los sindicatos estadounidenses son quienes se han mostrado más favor de la dureza en las negociaciones.
“Necesitamos reemplazar los beneficios para unos pocos con un acuerdo justo que eleve los salarios”, subrayó Richard Trumka, presidente del AFL-CIO, la principal asociación sindical de EU.
A juicio de Trumka, el Gobierno tiene dos opciones: “Puede usar esta oportunidad para favorecer a las familias trabajadoras o puede inclinar aún más las normas en favor de empresas y ejecutivos”.
El influyente senador republicano de Arizona, John McCain, pidió al presidente Donald Trump reconocer la importancia del acuerdo y evitar la imposición de nuevas barreras comerciales.
“Conforme empiezan las negociaciones es importante que la administración reconozca las muchas contribuciones del TLCAN y no imponga nuevas barreras que dañen nuestra capacidad de comerciar con nuestros vecinos más cercanos”, señaló el senador republicano.
Durante el reciente proceso de consultas comerciales, 17 senadores republicanos pidieron a la administración del presidente Trump buscar el fortalecimiento del TLCAN, en especial por la importancia del comercio agrícola con México y Canadá.
Para Fred Bergsten, director emérito del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE) y uno de los principales expertos comerciales de EU, el país debe fijar como meta de las negociaciones fortalecer a la economía de México y mejorar la competitividad regional.
Canadá exige detalles
OTTAWA.- Partidos de oposición pidieron al gobierno liberal de Justin Trudeau mayores detalles sobre la agenda que llevará a la mesa de renegociación del TLCAN.
El Partido Neo Demócrata, de centro izquierda, demandó que el equipo negociador proporcione más detalles sobre la respuesta que llevará ante los objetivos comerciales delineados por el mandatario estadunidense Donald Trump.
También urgió a conocer más detalles sobre cómo Ottawa abordará su propuesta de lograr mejores estándares laborales y presionar una agenda ambiental frente a su socio estadunidense, que se salió del Acuerdo de Cambio Climático de París.
Los principales objetivos que el gobierno de Trudeau llevará a la primera ronda de renegociación del tratado después de 23 años de operaciones, se centra en mejores estándares laborales y reforzar regulaciones ambientales, según lo dio a conocer la víspera la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, cabeza del equipo negociador.
En tanto, el gobierno canadiense destacó la unidad política que se ha logrado entre los canadienses para presentar una posición unida frente a la renegociación del acuerdo.
La canciller Freeland destacó antes de partir a Washington para el inicio de negociaciones, que en el recién creado Consejo del TLCAN hay presencia de varios partidos políticos.
El Consejo del TLCAN está compuesto por 13 especialistas del ámbito laboral, de negocios, de asuntos indígenas, entre otros, y proporcionará al equipo negociador canadiense asesoramiento “sin filtro” antes y durante el curso de las renegociaciones.
Una de las integrantes es Rona Ambrose, exlideresa del Partido Conservador y férrea crítica de Justin Trudeau, pero que se unió a este Consejo para favorecer una agenda conjunta frente al TLCAN.
caem