La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que para este ciclo escolar 2017-2018 recibió a 36 mil estudiantes de primer ingreso en su sistema de bachillerato y a 47 mil en el nivel licenciatura.
Así lo dio a conocer el rector de la máxima casa de estudio, Enrique Graue Wiechers, ante centenares de estudiantes, ex rectores y académicos, al encabezar la ceremonia de apertura del ciclo escolar 2017-2018, e indicó que además de los números históricos en su matrícula, también la cifra de aspirantes aumentó a alrededor de 450 mil jóvenes, en ambos niveles.
“Ojalá pudiéramos ofrecerles un lugar a todos aquellos que lo solicitan; desafortunadamente no es posible. Tenemos que hacer exámenes de admisión y seleccionar a los mejores candidatos”, señaló.
Respecto al error que se presentó en varios exámenes de Comipems, el Rector, durante su discurso, dijo que a pesar de haber seguido puntualmente todos los protocolos, un grupo de exámenes de admisión al bachillerato fue evaluado con una plantilla que no correspondía a la hoja de respuestas. Al detectar el equívoco, la UNAM actuó con veracidad y rectitud, reconociendo el error, el cual lo subsanó e ingresaron tres mil 613 jóvenes que alcanzaron el puntaje requerido.
“Quién se gana el derecho de ingresar a la Universidad. Además, tienen altos niveles de seguridad en sus fases de integración y distribución”.
“Lo importante, el día de hoy, es que ustedes ya están aquí y que se han ganado a pulso su ingreso. Han demostrado ser los mejores gracias a su esfuerzo en los ciclos académicos que les antecedieron, dijo a los cientos de estudiantes reunidos en el Centro de Exposiciones y Congresos.
También expuso que la UNAM es de México y al estar en el país no es inmune a las alteraciones sociales que se viven, entre ellas, la inseguridad y el narcomenudeo.
Sin embargo, subrayó, la Universidad es uno de los lugares más seguros del país, a pesar de ser un espacio abierto, en donde la prevención de cualquier delito se hace únicamente a través de la vigilancia, por la vía de la disuasión y con el apoyo de los trabajadores.
El rector recalcó a los estudiantes que el uso de estupefacientes y bebidas embriagantes está prohibido dentro de las instalaciones, “no porque algunos de estos enervantes sean ilícitos, sino porque a su edad provoca adicciones, daños cognitivos y alteraciones en la memoria y en el aprendizaje. Por eso, al margen de cualquier postura individual, su consumo seguirá prohibido en la Universidad”, concluyó.
JMSJ