WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajará a Texas a principios de la semana próxima para evaluar las consecuencias del poderoso huracán Harvey, que tocó tierra en los estados de Texas y Luisiana.

 

“Parece que el presidente hará planes para ir a Texas a principios de la semana próxima”, dijo hoy en rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

 

La portavoz rechazó dar más detalles sobre el viaje de Trump y dijo que la prensa conocerá durante el fin de semana los detalles de la agenda pública del presidente para los próximos días.

 

Trump ya se encuentra en Camp David, el tradicional retiro oficial de los mandatarios estadounidenses en las montañas de Maryland y donde tiene previsto pasar el fin de semana.

 

Justo antes de partir a Camp David a bordo del helicóptero “Marine One“, un periodista preguntó a Trump si tenía algún mensaje para el pueblo de Texas, a lo que el mandatario respondió: “Buena suerte a todo el mundo, tengan cuidado. Buena suerte a todo el mundo”.

 

Trump ha dicho que vigilará “de cerca” la llegada a EU del huracán Harvey, que este viernes alcanzó la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, con vientos máximos sostenidos de casi 200 kilómetros por hora.

 

De hecho, Harvey podría convertirse en el huracán más potente que alcanza la costa estadounidense en los últimos 12 años y, por ello, podría poner a prueba las autoridades de mando de Trump, quien se enfrenta por primera vez durante su Presidencia a la amenaza de un gran desastre climático.

 

Mientras Trump está en Camp David, el vicepresidente de EU, Mike Pence, se quedará en Washington para coordinar con el mandatario la respuesta al huracán, anunció en Twitter su portavoz, Marc Lotter.

 

Pence tenía previsto intervenir este fin de semana en un evento organizado por el fiscal general de Nevada, el republicano Adam Laxalt, pero decidió cambiar de planes ante la llegada del huracán.

 

En un boletín especial, el Centro Nacional de Huracanes (CNH) indicó que Harvey se encuentra a 120 kilómetros de Corpus Christi, ciudad de unos 325.000 habitantes en la costa sur de Texas por donde se cree que tocará tierra esta noche el huracán.

 

Las autoridades han ampliado el aviso de huracán (paso del sistema en 36 horas) y ahora se extiende desde Port Mansfield hasta la ciudad de Sargent (Texas), mientras que la vigilancia de huracán (paso en 48 horas) sigue activa desde el sur de Port Mansfield hasta la desembocadura del Río Grande.

 

Se mantiene asimismo un aviso de marejada de tormenta desde Port Mansfield a High Island, ambos en Texas.

 

Estos avisos afectan a 1,4 millones de personas que residen en la costa sur del Golfo de México en Texas, mientras que otros doce millones se encuentran bajo aviso de vientos de tormenta tropical, incluyendo las populosas ciudades de San Antonio y Houston.

 

dca