La cantidad de gimnasios en el país va en aumento y se calcula que actualmente están en operación unos 12 mil establecimientos que tienen como uno de sus principales retos retener a sus clientes más allá de los tres meses que, en promedio, permanecen inscritos.
“El promedio en que un usuario está en un gimnasio es de tres meses. Generalmente empieza en diciembre, por la cruda moral de estas fechas, pero para marzo deja de asistir”, señala Guillermo Maciel, director general de Matrix, una firma con sede en Taiwán dedicada a fabricar y crear soluciones saludables para los negocios, desde la asesoría hasta la proveeduría de equipos.
Cifras de la empresa instalada en el país desde hace 18 meses indican que en un gimnasio tradicional, con una oferta limitada a aparatos de fuerza (pesas) y equipos para ejercicio cardiovascular, el porcentaje de retención es de aproximadamente 20%, mientras que en uno con clases grupales y entrenamiento funcional llega a 40%.
Es en este último segmento en donde estos negocios pueden marcar la diferencia. “La oferta de los gimnasio está limitada, necesitan desarrollar la parte social para que los usuarios no se aburran. Una vez que los gimnasios crean una comunidad el usuario renueva su suscripción”, explica el directivo de la empresa.
El mercado de los gimnasios está valorado en 100 millones de dólares. Matrix posee ya una cartera de 150 clientes, lo que equivale a entre 5.0 y 7.0% del mercado, pero con la meta de llegar a 30% en el próximo quinquenio.
De los 12 mil establecimientos de este tipo en el país, sólo alrededor de 5.0% pertenece a una cadena grande y el resto está dividido en muchos propietarios. En cuanto a costos, un gimnasio de barrio puede cobrar hasta 300 pesos, uno medio alrededor de 500, mientras que los más grandes llegan costar entre mil 500 y dos mil mensuales.
Cifras de International Health, Racquet & Sportsclub Association (IHRSA) señalan que al término de 2016, México reportó un crecimiento de siete mil 826 establecimientos de gimnasios. Esta cifra coloca al país en el quinto lugar a nivel mundial al superar a naciones como Canadá, Reino Unido, Japón e Italia.
Para 2020, se espera que el mercado crezca 300% debido al potencial que existe con sólo 3.0% de los mexicanos inscritos en un gimnasio.
MÁS QUE FIERROS
El crecimiento de este mercado pasa por la innovación en los llamados gimnasios de colonia que cuentan en su mayoría con equipos artesanales, cuya biomecánica no es la mejor, destacó en una entrevista Maciel.
Después del local, el rubro que demanda la mayor inversión para la apertura de uno de estos negocios es la compra del equipo. Según cálculos de Maciel, un local para un gimnasio de 450 metros cuadrados puede costar alrededor de 4.5 millones de pesos y el equipamiento entre tres y 3.5 millones de pesos.
Ahora existen nuevas alternativas como espacios más reducidos para entrenamiento funcional, con el beneficio adicional de que este tipo de servicio, más personalizado, contribuye a crear comunidad. Con una inversión, por ejemplo, de alrededor de 1.5 millones de pesos (90 mil dólares), puedes instalar un sistema multifuncional de alta intensidad como el MX4, que te permite atender unas 300 personas cada mes.
Este tipo de equipamiento no implica el gasto de luz que, junto con otros servicios como agua y gas representan la mayor carga en costos para el establecimiento, después de la nómina.
El retorno de inversión ocurre alrededor de los dos años y medio o tres. Pero además, dijo Maciel, para quienes pretender incursionar en este negocio existen ahora esquemas de financiamiento o planes de leasing o arrendamiento.
dca