BOGOTÁ.- El Papa Francisco llegó ayer a Colombia, a las 16:10 hora local, para realizar una visita pastoral de cuatro días.

 

Luego de ser recibido por el presidente Juan Manuel Santos en el aeropuerto militar de Catam, el pontífice recibió una paloma de la paz que le presentó Emmanuel, el hijo nacido en el cautiverio de Clara Rojas, política que estuvo casi seis años secuestrada por las FARC.

 

El papa rompió el protocolo para abrazar a varios discapacitados, entre ellos militares y policías heridos en combate.

 

Tras ese momento, recibió un manojo de rosas de una niña y bendijo varios objetos y agua que le presentaron las personas a las que abrazó, entre las cuales había también ancianos.

 

Una vez concluyó el recibimiento, Francisco abordó el papamóvil para un recorrido de 15 kilómetros que le llevará hasta la nunciatura apostólica, donde pernoctará.

 

El vehículo tuvo que detenerse en su camino debido a que una multitud que le cerró el paso para aclamarlo.

 

A los gritos de “Francisco, Francisco”, la multitud congregada desde la mañana en la Avenida El Dorado superó pacíficamente el cordón policial para ver de cerca e incluso tocar al papa, que no perdió la sonrisa y siguió impartiendo bendiciones.

 

En medio del fervor desatado, muchos agitaban banderas de Colombia, Italia, Argentina, Venezuela y Perú.

 

Varios latinoamericanos viajaron hasta Bogotá para presenciar la llegada del papa y pedirle que medie ante los Gobiernos de sus países para sanar los “males” políticos, económicos y sociales de la región.

 

En la agenda de Francisco está previsto que hoy reciba a un grupo de obispos venezolanos en Bogotá, informó ayer la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).

 

caem