A menos de un mes del tercer aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, una plataforma realizada a través de arquitectura forense permite visualizar qué ocurrió la noche del 26 de septiembre de 2014, en contraposición con la versión oficial presentada por el Gobierno mexicano.
Elaborado por el grupo Forensic Architecture, de la Universidad de Londres, con la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), el proyecto fue presentado hoy en la capital mexicana, en un acto al que acudieron padres de los desaparecidos.
La plataforma, disponible en línea, incluye vídeos con la reconstrucción de los hechos y maquetas en las que se puede localizar en el tiempo y el espacio aquellos elementos claves de lo ocurrido (testigos, pruebas, etc.).
La fuente principal son los dos informes que el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI) realizó durante su visita a México, en los que reflejaron los resultados de una investigación que cuestionó la aportada por el Ejecutivo.
Según la versión oficial, la noche del 26 de septiembre en Iguala (estado de Guerrero) los estudiantes fueron entregados, a manos de policías corruptos, a miembros del crimen organizado, quienes los mataron, incineraron en un basurero y arrojaron sus cenizas al río.
Pese a que el GIEI y el EAFF determinaron que es “científicamente imposible” que los hechos ocurrieran así, “el Estado mexicano no ha corregido su narrativa sobre los hechos”, afirmó hoy en una rueda de prensa el subdirector del Centro Prodh, Santiago Aguirre.
Y aunque tras las publicaciones del GIEI “la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) tuvo que matizar los errores más burdos de su versión en el llamado Informe blanco, los jueces mexicanos que hoy juzgan el caso Ayotzinapa están juzgando una base de hechos que dependen de la versión inicial”, indicó.
Este relato oficial -dijo- no recoge ciertos escenarios en los que ocurrieron los ataques a los estudiantes, se confunden las agresiones armadas en un solo momento y se afirma que los 43 jóvenes desaparecieron en un mismo lugar.
“El vídeo de 18 minutos (de la plataforma) es hoy por hoy la reconstrucción integral audiovisual más completa de la noche de Iguala; tomó tres años para que surgiera para responder a la versión plagiada de mentiras que generó el Estado”, afirmó Aguirre.
Añadió que la reconstrucción incluye el campo visual que tuvieron las cámaras del Palacio de Justicia, cuyas imágenes fueron borradas.
“Se nos dijo a los mexicanos y los padres de familia que eran irrelevantes”, pero los aspectos ahora presentados, afirmó el subdirector, “muestran que pudieron ser pruebas fundamentales para entender lo que pasó”.
dca