Los vehículos a combustión y los eléctricos tendrán un costo similar hacia el año 2030, lo que cambiará el panorama del transporte en este país sudamericano, consideró hoy aquí el ministro chileno de Energía, Andrés Rebolledo.
En rueda de prensa con motivo de la apertura de la Tercera Reunión Ministerial de la Alianza del Energía y Clima de las Américas (ECPA, por sus siglas en inglés), Rebolledo señaló que Chile tiene un rol “muy importante que jugar” en la materia como productor del litio que ocupan las baterías de los vehículos eléctricos.
Reconoció que en la actualidad un automóvil eléctrico cuesta el doble que uno convencional, “pero eso cambiará de una manera radical en los próximos años y todos los estudios dicen que en 2030 habrá paridad de precios entre ellos como consecuencia de una baja en los precios de las baterías”.
Detalló que el costo operativo de un automóvil eléctrico es cuatro veces más bajo que uno convencional y aseguró que en la próxima licitación del sistema de transporte publico de la capital, TranSantiago, operarán 100 buses eléctricos chinos.
“La electro-movilidad es un elemento central, por lo que se requiere acoger un mundo más eléctrico”, precisó el funcionario, aunque reconoció que aún se debe trabajar en el acceso a la red eléctrica en este país sudamericano.
Rebolledo comentó que existe una “secuencia” en el objetivo de integrar la electro-movilidad en Chile, la que incluye la divulgación e información a la ciudadanía, además de capacitación a profesionales en la materia.
Comentó que el gobierno estudia la posibilidad de anunciar en octubre próximo un sistema de incentivo a la electro-movilidad para incrementar su uso en este país sudamericano y añadió que aquella es un eje fundamental para avanzar en materia de transición energética.
Adelantó que en el documento final de la Tercera Reunión Ministerial de la ECPA, que se realiza en esta ciudad hasta este viernes, se incluirán varias iniciativas vinculadas a la electro-movilidad para los países americanos.
El vicepresidente ejecutivo de Generadoras de Chile, Claudio Seebach, indicó por su parte que un 26.6 por ciento de la energía que se consume en el mundo está vinculada al transporte, el que utiliza en forma mayoritaria los derivados del petróleo como combustible.
Señaló que los derivados del petróleo son fáciles de abastecer y transportar y son relativamente económicos, pero “contaminan nuestras ciudades y contribuyen significativamente al cambio climático”, por lo que Chile debería plantearse como meta reducir su consumo.
Desde ese punto de vista, acotó Seebach, la electro-movilidad “representa una gran oportunidad” y precisó que la electrificación del transporte reduciría la contaminación local y mitigaría las emisiones de gases efecto invernadero.
Detalló que “cada vehículo eléctrico utiliza entre 60 y 80 kilógramos de cobre, cuatro veces más que uno de combustión interna”, lo que constituye una ventaja para este país, el principal productor del metal rojo en el mundo.
Además, “el principal componente de un auto eléctrico es la batería, cuya tecnología más común es basada en litio”, lo que otorga una segunda ventaja a esta nación sudamericana junto con Argentina y Bolivia, ya que ellos concentran el 85 por ciento de las reservas de ese mineral.
De acuerdo a las estimaciones entregadas por Seebach, hacia 2030 se espera que existan entre 100 y 140 millones de autos eléctricos en el mundo, a lo cual se suma que varios países estudian prohibir la venta de vehículos basados únicamente en combustibles fósiles hacia 2025.
Los avances tecnológicos, agregó, permitirán que los vehículos eléctricos tengan en los próximos años baterías más baratas y una mayor autonomía, lo que se traduciría en que el transporte público en Santiago podría ser 100 por ciento eléctrico hacia 2031, con seis mil 500 unidades funcionando en la capital chilena.
Indicó que un vehículo eléctrico liviano consume cinco veces menos energía que uno a combustible derivado del petróleo, mientras que un motor eléctrico transforma al menos el 60 por ciento de la energía que genera en fuerza.
Recalcó que un mayor uso de electricidad en transporte produce eficiencia energética, reduce la contaminación local (evitando seis mil 700 muertes prematuras hacia el 2050) y permite evitar el aumento de las emisiones de gases efecto invernadero y, por ende, se combate el cambio climático.
JJB