En la portada de 24 HORAS de ayer, se da cuenta de la reaparición del ex gobernador Gabino Cué Monteagudo, mientras Oaxaca vive una tragedia.
La solicitud respetuosa de mi colega reportero Jorge X. López, de esta casa editorial, fue muy oportuna: sus comentarios sobre la falta de pagos para el mantenimiento en el Sistema de Alerta Sísmica.
Fue abordado al salir del Arturos -restaurante de comida francesa, en la colonia Condesa- y se negó a hacer declaraciones sobre ese tema en particular -que es fundamental para deslindar responsabilidades, porque varias vidas se podrían haber salvado. También evadió hablar sobre la situación que enfrenta la población en esa entidad, luego del terremoto del 7 de septiembre pasado.
El 10 de mayo pasado, preguntamos en esta misma columna si usted había visto a Gabino Cué, después del video que posteó el senador Benjamín Robles, donde aseguró: “La gente de Oaxaca, desde el hombre o la mujer más humilde hasta los más acaudalados, coinciden en que Gabino Cué merece juicio político. No es venganza, no es revancha. Es justicia pura. Ni en los peores años del PRI como gobierno -y eso ya es decir mucho-, Oaxaca había tenido un gobernador tan cínico, soberbio y voraz como Gabino Cué”.
Senador Robles: gusta de los buenos comedores políticos defeños, el hombre que fue reprobado en las urnas el 5 de julio de 2016 y que traicionó a su maestro Diódoro Carrasco, primero, y después a López Obrador. Digo, por si todavía lo anda buscando.
Jorge X. López: si te vuelves a encontrar a Gabino Cué, pregúntale sobre las investigaciones del periódico El Financiero, a mediados de mayo de 2016, donde se aseguró que el operador del ex mandatario amasó una fortuna de siete mil millones de pesos y que construyó en tan sólo cuatro años. Pregúntale también cómo Castillo Díaz, sin tener cargo público, era el encargado de cabildear contrataciones y pudo abultar sus cuentas de BBVA Bancomer, Scotiabank y HSBC. Es más, El Financiero tiene los números de cuenta, y hasta copia y fechas exactas de los depósitos.
Claro, pregúntale si son socios. De paso, que nos diga qué pasó en Nochixtlán, donde perdieron la vida seis personas, cuando él bailaba y bebía en la boda del secretario de Obra Pública de Guerrero, Rafael Navarrete.
También debes preguntarle cómo fue que gastó de forma irregular 110 millones de pesos, de acuerdo a la fiscalización de la Cuenta Pública 2014, que efectuó la Auditoría Superior del Estado. El negocio, me dijeron, compañero, se hizo a través de la Secretaría de Salud, la Secretaría de Infraestructuras y la Dirección de Caminos y Aeropistas del Estado.
Para rematar, querido Jorge X. López, cuestiónalo sobre su coalición denominada Unidos por la Paz y El Progreso, porque justo en su mandato pasó lo contrario: los oaxaqueños vivieron entre la violencia y el retroceso.
Tu actividad periodística es fundamental, porque todos conocemos las condiciones de vida de los oaxaqueños, y por ello es un doble delito y multiplicada inmoralidad gastar de manera irregular el dinero de aquella entidad. Y lo peor, robar el dinero.
Ojalá lo vuelvas a entrevistar.
caem