En las tomas de televisión se ha visto a medio gabinete presidencial haciendo presencia en Oaxaca o Chiapas, desde el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio; la titular de la Sedatu, Rosario Robles; y hasta el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid.
Pero extrañamente los medios electrónicos no han dado cuenta de la presencia del secretario Luis Miranda, titular de Desarrollo Social, que tendría que ser uno de los primeros en acudir a la zona del siniestro por la propia naturaleza de la dependencia.
Pero no lo ha hecho porque tiene el peso de una acusación sobre su hermana y su cuñado, acusados de vender combustible robado en sus gasolineras en el Estado de México, delito que a muchos les ha costado la cárcel inmediata y a otros, como ya vemos, una investigación tortuosa.
Miranda es el compadre del presidente Peña, como todo mundo sabe, y quizá sea esa cercanía la que permita que el secretario tenga su propia agenda y se maneje como un ente aparte en el Gobierno federal.
Ya dijo que él “qué chingados’’ tiene que ver con los delitos de los que son acusados su hermana y cuñado, que no les anda preguntando sobre su patrimonio, pero es un hecho que su cargo –el oficial y el oficioso- tiene una influencia específica.
Algunos desvelados legisladores le han pedido su renuncia o que el propio Peña lo remueva, pero eso no ocurrirá.
Si no ocurrió con Gerardo Ruiz Esparza luego del socavón en Cuernavaca, que causó la muerte de dos personas, ¿por qué tendría que correr al primer compadre de la nación por los delitos de sus familiares?
El PRI ganó tiempo al permitir que la iniciativa presidencial que elimina el artículo 16 transitorio de la Ley de la Fiscalía General, que permite el pase automático de procurador a fiscal, sea discutida en Comisiones.
Ayer se preveía un ríspido debate luego de que las bancadas estuvieron de acuerdo en dispensar el trámite legislativo y discutir la iniciativa directamente en el pleno, pero el PRI aceptó que ésta fuera turnada a Comisiones para su análisis.
En la Comisión de Puntos Constitucionales existen tres iniciativas más sobre el mismo tema, dos del PRD y una del PAN, así como las observaciones que presentaron distintas ONG para su dictaminación.
El tema a tratar no tiene que ver ahora con el pase automático, que se da por descontado que se eliminará, sino con el hecho de que Raúl Cervantes pueda competir en una terna por el cargo como establece la propia ley.
El tiempo que ganó el PRI será destinado a tratar de convencer a la oposición que descartar a un competidor podría atentar contra derechos políticos.
Pero eso ya será otra historia.
Por lo pronto, la discusión, que se creía expedita, va para largo.
La campaña de promoción del V Informe de Gobierno de Miguel Ángel Mancera fue diseñada con la intención de acercarlo a la gente, presentando a un político incluyente.
Habrá a quienes les guste y a quienes no, pero el hecho de que sea comentada por la población ya es buena señal.
Por lo pronto, el jefe de Gobierno se alista para presentar su penúltimo informe –o el último, si decide solicitar licencia para competir por la candidatura presidencial- y en la carrera de sus eventuales sucesores están, en primer lugar, su secretario particular, Luis Ernesto Serna, y la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado.
A ver.
caem