Nueve décadas en las que hubo tiempo para demasiado en tan pequeño país mediterráneo, en el convulso Chipre: dejar al Imperio Otomano, pasar de protectorado a colonia británica, ser ofrecido al mejor postor como botín en dos Guerras Mundiales, revueltas musulmanas, peticiones de anexión a Grecia, en 1960 la independencia y en 1974, finalmente, la toma del norte de la isla por tropas turcas.
Demasiados cambios, aunque a lo largo de las nueve décadas desde que este equipo nació, las siglas APOEL continúan portando la misma carga: Athletikós Podosferikós Omilos Elinon Lefkosías, Club Atlético de Futbol de los Griegos de Nicosia.
Ya en el surgimiento del APOEL, muy anterior a la partición de la isla, era tan evidente la segregación, que el nombre de la institución reiteraba su apego a lo heleno y no a lo turco. Eso llevó a que la sede del equipo fuera denominada Leschi Athinéon o Casa Ateniense y a que el estadio reclamara la unión de toda el territorio con el apodo Stadion Pankipria, estadio de todo Chipre.
Al hablar del rival del Real Madrid este miércoles en la Champions League, debe añadirse otro factor: que en el EOKA, ejército que buscaba la independencia respecto a la Gran Bretaña, participaron numerosos integrantes del APOEL; de hecho, el primer condenado a muerte por disturbios fue un deportista que entró a la historia como prócer de la patria. Años en los que el plantel padeció una severa crisis de resultados, con sus estrellas demasiado ocupadas en misiones del EOKA como para pensar en goles.
El APOEL recuperaría su rol dominante y participaría en la liga panhelénica de futbol (o sea, enfrentando a rivales de la Grecia continental), en lo que era visto por los aficionados como ejemplo para los gobernantes: integración en futbol que, pretendían, pronto se extendiera a la política.
Como sea, en 1974 Turquía tomó el norte de Chipre, los greco-chipriotas se refugiaron en el sur, los musulmanes corrieron en sentido inverso, Nicosia se convirtió en dos Nicosias y se abrió un conflicto que sigue en punto muerto.
Desde entonces, pedir café representa toda una declaración política: en Grecia le dicen café griego, en el norte de la isla se mantiene como turco, así como en Nicosia y el resto del sur se rebautizó como café chipriota, resumen en taza de la molestia hacia sus hermanos griegos por no haber hecho más ante la invasión.
Cafeína al margen, ese pedazo de tierra también tiene dos nombres: República turca del Norte de Chipre, según los turcos y con una bandera muy parecida a la turca; Zona ilegalmente ocupada por el ejército turco desde 1974, a decir de los mapas de buena parte del mundo.
El APOEL vuelve a la Champions reiterándonos su condición profética: antes de que se separaran griegos y turcos, ya reivindicaba ser de los griegos; antes de que se visualizaran dos Chipres, su estadio ya exigía que sólo hubiera uno. Vuelve a la Champions donde ya consumó una de las grandes sorpresas, metiéndose a cuartos de final en 2012. Entonces, como ahora, su rival fue el ideal si lo que se desea es notoriedad: Real Madrid.
Twitter/albertolati
caem