En México se dice que en política “no hay casualidades, sino causalidades’’.

 

Y eso se puede aplicar al dedillo en el caso de Veracruz, que ayer estuvo muy en el ánimo de los senadores por ese estado.

 

Los priistas Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla sirvieron como anfitriones de un grupo de diputados locales, federales y del presidente del PRI en Veracruz, que acudieron a la capital del país para presentar una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y ante el Instituto Nacional Electoral (INE) en contra del Gobierno de Veracruz.

 

Como usted sabe, el fin de semana pasado, luego de la tormenta tropical que azotó a la entidad, comenzaron a repartirse despensas a los damnificados, principalmente en Coatzacoalcos y Minatitlán, por parte del Gobierno estatal.

 

Pero para hacer el reparto, se utilizaron camionetas con lonas que decían textualmente “YUNETE’’, pertenecientes a una asociación civil que preside el hijo del actual gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares.

 

Miguel Yunes Jr. pretende ser candidato a gobernador el próximo año, por la alianza PAN-PRD, que llevó a su padre al poder.

 

La molestia social derivada del grotesco uso electoral de víveres para los necesitados alcanzó a todo el país, hasta convertirse en un escándalo que llegó a instancias judiciales.

 

En eso estaban en el Senado, cuando los medios de comunicación veracruzanos daban a conocer, como noticia bomba, que la Fiscalía estatal había citado a declarar al ex gobernador Fidel Herrera, “en calidad de investigado’’, por el escándalo pirotécnico de las quimioterapias falsas y la compra de medicamentos caducos.

 

La Secretaría de Salud y la propia Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) concluyeron que en el tema de las quimioterapias falsas no hubo ningún paciente que demostrara que efectivamente se le aplicaron.

 

Sólo pirotecnia mediática.

 

Pero sí descubrieron 23 toneladas de medicamento caduco y retiraron 46 mil 984 pruebas rápidas de VIH de un lote de 70 mil adquiridas en 2012, que no contaban con registro sanitario.

 

Y si usted ha oído que un escándalo mata a otro escándalo, ahí tiene la prueba.

 

Porque Yunes no pudo demostrar que hubo quimioterapias falsas y que por ello murieron niños, ni pasará nada con el citatorio contra Herrera.

 

 

Ya que andamos por esas tierras, otro escándalo se dio a conocer en los medios de comunicación locales.

 

La ex candidata de la coalición PRI-Verde a la alcaldía de Benito Juárez, Nelva Hidalgo Careaga, denunció al presidente municipal electo, Flocelo Ramírez Vargas, de la alianza PAN-PRD, no sólo por presuntamente haber rebasado los topes de campaña, sino por tener nexos con ¡un clan de huachicoleros!

 

Ramírez Vargas ya había sido presidente municipal de Benito Juárez, en el trienio 2009-2012; cuando concluyó su administración fue acusado de desviar un millón 241 mil 900 pesos de obras en tres comunidades.

 

Pasó un mes en la cárcel, y eso no le impidió competir nuevamente por la alcaldía.

 

El abogado de la ex candidata priista, José Oscar Valdés Ramírez, anunció que ya presentó una demanda ante la PGR para que se investigue a los familiares del edil electo “que venden en sus casas el combustible robado. Hasta letreros tienen’’.

 

¿A poco el gobernador Yunes, que fue el que palomeó las listas, no lo sabe?

 

 

Hoy se instala formalmente en san Lázaro la Comisión de Puntos Constitucionales, que preside Guadalupe Acosta Naranjo, que bien a bien no se sabe a qué divisa partidista responde.

 

Lo que es cierto y previsible es que el debate que viene será sobre la intención de sacar a Raúl Cervantes de la terna para fiscal general, a lo que ya dijo el PRI que ni lo sueñen.

 

caem