RÍO DE JANEIRO. La banda estadounidense Maroon 5 cumplió hoy satisfactoriamente la difícil misión de sustituir a la popular Lady Gaga, quien por problemas de salud canceló su actuación en Rock in Río, un evento que comenzó este viernes en la ciudad brasileña donde nació.
El grupo de Los Ángeles liderado por el cantante Adam Levine apeló a su gran popularidad en Brasil, en donde ha ofrecido 14 conciertos en diez años, para no decepcionar a miles de admiradores que habían comprado entrada para ver a la “reina del pop” y que desistieron de la posibilidad de pedir su dinero de vuelta.
Los californianos se metieron rápidamente al público en el bolsillo con un concierto casi sin pausas que arrancaron con “Moves like jagger” y “This Love”, con lo que desde el primer minuto pusieron al público a bailar y corear sus canciones.
Más adelante el carismático y mediático Levine, indiscutible líder de una banda con tres premios Grammy y 17 millones de álbumes vendidos en el mundo, invitó a los asistentes a responder sus estribillos en canciones como “One more night” y “Misery”, con lo que hizo olvidar por completo a la “reina del pop”.
Maroon 5, que anticipó que su presentación del sábado en el Rock in Río será diferente a la de hoy, no necesitó mencionar a Lady Gaga ni interpretar ninguna de sus canciones para ganarse a los admiradores de la estadounidense.
Antes de Maroon 5 subieron al escenario del Palco Mundo los australianos de 5 Seconds of Summer, una banda que, con solo seis años de vida y dos álbumes lanzados, colecciona decenas de premios.
Fue tal vez el grupo con que más se identificaron los huérfanos de Lady Gaga pero aún así tocaron ante un público apático.
La banda de pop punk, que ya ha conseguido liderar la lista de los más tocados en trece países, abrió su presentación con “Girl talk boys”, uno de los temas de la banda sonora de la película “Cazafantasmas”, para colocar ya en ritmo al público brasileño.
La presentación de 5SOS lógicamente incluyó el éxito “Amnesia” y concluyó con algo aún más popular: “She Looks So Perfect”.
Los ya veteranos ingleses Neil Frances Tennant y Christopher Sean Lowe, integrantes de los Pet Shop Boys y uno de los dúos más populares del pop en Reino Unido, contrastaron con el bajo promedio de edad del público.
Sin embargo, levantaron a los asistentes con viejos éxitos discotequeros como “West end Girls” y “It’s a Sin”, así como con su canción con nombre en portugués que dijeron es su herencia de Brasil (Se a vida é).
Pet Shop Boys se despidió con dos éxitos conocidos por varias generaciones, “Domino Dancing” y “Always on my mind”.
En la primera presentación de esta noche en el escenario principal, la cantante Ivete Sangalo puso a saltar y a bailar al ritmo brasileño axé a los cerca de 100.000 asistentes.
“La reina del Axé” (un género brasileño nacido en las fiestas del carnaval) solo necesitó de cuatro de sus primeras canciones, “farol”, “festa”, “sorte grande” y “abalou”, para que, como dice uno de los estribillos de una de sus principales canciones, los asistentes saltaran eufóricamente para “levantar poeira” (levantar el polvo).
Poco antes de la apertura del festival y del espectáculo de fuegos de artificio, la modelo brasileña Gisele Bundchen subió al escenario para transmitir un mensaje ambientalista.
La “reina de las pasarelas” se juntó con la “reina del axé” para interpretar la canción “Imagine”, de John Lennon, que fue coreada por todo el público.
Así como en la apertura de los portones de la Ciudad del Rock, en algunos momentos del festival también fue posible escuchar gritos contra el presidente brasileño, Michel Temer, acorralado por denuncias de corrupción.
La primera jornada del festival puso a prueba toda la estructura de la “Ciudad del Rock”, que los organizadores montaron esta vez en 300.000 metros cuadrados del Parque Olímpico de Río de Janeiro y que convirtieron en un verdadero parque de diversiones.
Entre las atracciones disponibles para las 700.000 personas que hace cinco meses agotaron las entradas para las siete jornadas musicales destacan ocho diferentes escenarios, dos espacios de juegos electrónicos y competiciones deportivas, una rueda de chicago y una tirolina montada en una torre de 20 metros.
Uno de los momentos más emocionantes fue un espectáculo con cerca de cien drones con luces de colores que iluminaron el cielo sobre la Ciudad del Rock y formaron figuras como una guitarra y palabras como Rock y Río.
El Rock in Río de este año es la décimo séptima edición del festival y la séptima en Río de Janeiro, en donde el evento nació en 1985, antes de comenzar a turnarse por ciudades como Madrid, Lisboa y Las Vegas.
JMSJ