Una tortuga muerta, de magnitud colosal, fue hallada en la playa de Calella, en Barcelona, España. El animal mide dos metros de largo y pesa unos 700 kilogramos.

 

Resulta asombroso el descubrimiento del reptil pues, de acuerdo con especialistas, no es común que este tipo de tortugas se encuentre en esa zona mediterránea.

 

Dermochelys coriacea es el nombre científico de la especie. Normalmente se observa en aguas más cálidas, tropicales. También conocidas como tortugas laúd, se consideran las más grandes del mundo.

 

El ejemplar encontrado fue llevado a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), para hacerle una necropsia.

 

(Con información de La Vanguardia)