El pasado 25 de septiembre, medios locales reportaron que una adolescente de 14 años fue violada por tres de sus compañeros de la telesecundaria “Jaime Torres Bodet” ubicada en el municipio de Tlatlauquitepec, en el estado de Puebla.

 

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de mayo, cuando la institución educativa organizaba un festival para conmemorar el Día de la Madre.

 

La estudiante, quien se encontraba en un salón de clases, presuntamente fue atacada por tres alumnos que la lanzaron bruscamente sobre una banca y dejaron inconsciente.

 

Cuando volvió en sí, dijo la menor, se percató de que uno de sus captores le sujetaba las manos, otro más le quitaba la ropa y el tercero documentaba la presunta agresión sexual con su celular. Fuera del aula, algunos compañeros que no pudieron entrar para impedir la violación, corrieron a buscar a sus profesores.

 

Según medios locales, cuando la encargada del grupo de estudiantes llegó al salón cuando el abuso ya se había consumado.

 

Tanto los presuntos violadores, como los maestros amenazaron a la agredida y la acusaron de haber provocado el hecho.

 

Luego de un mes de la agresión,  la estudiante se decidió a informar a sus padres que había sido abusada sexualmente por sus compañeros.

 

La madre, indignada por la reacción del equipo docente, interpuso una denuncia ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México, en la que detalló que a su hija le dijeron “que era su culpa,  porque a la escuela se va a estudiar, no a putear”.

 

 

De acuerdo con Actualidad RT, la madre de la menor solicitó la intervención del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), que se negó a atender el caso. Entonces optó por acudir a la Comisión de Derechos Humanos del estado, instancia que solicitó el apoyo de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla.

 

 

La FGE asentó una denuncia por acoso sexual. La madre pidió la intervención de un médico legista, para que determinara si existió o no abuso sexual, que el caso, documentado con el folio FGE/FGR/AIMP/TEZ/722/2017, pasó a ser considerado como “violación equiparada”de una menor.

 

aarl