Al menos mil empresas constructoras en Chiapas y Oaxaca, principalmente micro y pequeñas empresas, están listas para la reconstrucción de viviendas y escuelas afectadas por los sismos, señaló el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Gustavo Arballo.
“Me parece que son las indicadas para trabajar en esas zonas”, dijo en una entrevista con este diario.
De acuerdo a la información difundida la víspera por el presidente Enrique Peña Nieto, para la reconstrucción en esas dos entidades se prevén más de seis mil 500 millones de pesos en monederos electrónicos con dinero “líquido” para la compra de materiales de construcción, a los que se suman los recursos que destinen los estados.
El censo en esas entidades reporta 120 mil viviendas y siete mil comercios con daños totales o parciales. Con base en esta cifra, la Secretaría de Hacienda calcula que se destinarán más de ocho mil millones de pesos entre apoyos federales y estatales.
Entrevistado antes de que el Gobierno federal diera a conocer las cifras definitivas, el representante de la industria destacó que en los próximos días iniciará de lleno la etapa de reconstrucción, en la que se prevé dar un impulso a la economía de esas zonas mediante un programa de empleo temporal en el que participen los propios afectados.
Sobre los daños ocurridos en la Ciudad de México tras el sismo del 19 de septiembre, consideró que se abre una ventana de oportunidad para incorporar a las normas de construcción las nuevas tecnologías en materia de cimentación, aspectos hidráulicos, materiales, entre otros rubros.
Pero sobre todo, dijo, es una oportunidad para revisar los usos de suelo, para ser más estrictos en la aplicación de la norma y no permitir actos de corrupción en el otorgamiento de permisos de construcción. De los edificios nuevos colapsados, comentó que se deben hacer peritajes por especialistas estructurales para determinar su hubo errores en el diseño o en la construcción.
Respecto a los tiempos que tomará la reconstrucción, señaló que en este caso no hay punto de comparación con el sismo de 1985, ya que en esta ocasión será cuestión de meses.
El representante de la industria de la construcción recordó que el incremento que se había anunciado para mediados de año en el precio del cemento no se concretó, por lo que éste no será un motivo para que se incrementen los costos de la reconstrucción.
Prudente respecto al escenario que se avecina, Arballo declinó hacer un ajustar los pronósticos de crecimiento para el sector en este 2017. “Yo no le movería mucho. Traíamos una banda de menos 0.5% hasta 1.0%; después de que el año pasado cerramos con menos 2.0%. No tenemos la certeza de lo que va a pasar, sólo al mes de julio traemos un acumulado de menos 0.6%, por eso vamos a esperar.
caem