La actriz y modelo de origen canadiense Pamela Anderson se mostró devastada por la muerte del dueño del emporio de “Playboy”, Hugh Hefner, de quien dijo, aprendió muchas lecciones de vida.
Anderson se despidió del magnate con un videoclip, subido en sus redes sociales, en el cual se ve a la también actriz llorando por quien le dio una de sus primeras oportunidades en el mundo del entretenimiento.
El empresario falleció en su mansión de Los Ángeles de causas naturales a los 91 años de edad.
La modelo rindió un pequeño homenaje a quien llamó su mentor mediante una carta, la cual acompaña el clip y en el que comienza diciendo que tiene tantos pensamientos y ninguno para editar lo que escribe.
“Soy lo que soy por usted. Me enseñó todo acerca de la libertad y el respeto. Fuera de mi familia, era la persona más importante de mi vida. Me diste la vida… La gente me decía todo el tiempo que yo era su favorita… Estoy conmovida.
“Pero estaba ya mayor, la espalda le dolía mucho. La última vez que lo vi, utilizabas un andador. No querías que te viera. No podías escuchar. Tenía un pedazo de papel en el bolsillo que me mostró: tenía mi nombre Pamela con un corazón”, expresó.
“Todo lo que el mundo ama de mí es porque usted me comprendió. Me aceptó y me dio coraje para ser yo misma. Lo amo como a ninguno más. Vivir imprudentemente, sin filtros. Dijo que la revista era sobre una niña como yo. Que yo hice corpóreo el espíritu de tu fantasía. Yo era única. Lo dijo. Puedo escucharlo decirlo”.
La actriz compartió algunos de los consejos que Hefner le dio en todo el tiempo que la trató: “Sé valiente. No hay reglas. Vive tu vida. Estoy orgulloso de ti. No hay errores. Y con hombres… disfruta. Tienes al mundo en un puño. Eres una buena chica. Y eres tan amada. No estás loca. Eres salvaje y libre. Mantente fuerte. Sé vulnerable… ‘es la hora de la película'”.
Agregó que el magnate amaba a sus hijos y que siempre estaba ahí para ellos, con su amor y su loca sabiduría: “Extrañaré todo lo suyo. Gracias por hacer del mundo un lugar mejor. Un lugar más libre y más sexual. Era un caballero encantador, elegante, gentil y muy divertido. Adiós, Hef… Tu Pamela”.
aarl