Estábamos en la discusión del “fiscal carnal’’, cuando nos agarró el temblor.

 

Ahora el debate sobre el origen de los recursos que se necesitan para iniciar la reconstrucción de las zonas afectadas ha desplazado a un segundo plano el tema.

 

Sin embargo, no deja de ser importante; los meses van corriendo y los partidos no aceptan un punto de encuentro.

 

Muchos señalan la responsabilidad que tiene el diputado perredista (?) Guadalupe Acosta Naranjo en el asunto.

 

El legislador, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, nomás no ha dado señales de querer convocar a los diputados que la integran para iniciar la dictaminación de las iniciativas sobre el tema, incluyendo la que presentó el PRI, que es exactamente la que envió Peña Nieto al Senado y se quedó guardada.

 

Se suponía que todas las fracciones estaban de acuerdo en obviar los trámites parlamentarios para discutir directamente el tema en tribuna, pero a la hora de la hora decidieron darse un plazo para conocer las iniciativas ciudadanas.

 

Ya con el tiempo encima, con las comparecencias para la glosa del informe presidencial y el debate sobre la eliminación del financiamiento público a partidos, parece que el tema del fiscal carnal al final de cuentas no les apuraba tanto.

 

¿O sí?

 

 

El 22 de septiembre pasado, los rescatistas que levantaban los escombros de lo que fue el edificio de Chimalpopoca y Eje Central recibieron a un visitante inesperado.

 

Con guantes, botas de trabajo y casco de seguridad, el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, acudió a la zona del siniestro en apoyo a una brigada de socorristas de ese estado que se habían trasladado a la Ciudad de México el mismo día del sismo.

 

Moreno no fue a hacer una visita de cortesía nada más.

 

Estuvo de las 11 de la noche a las cinco de la madrugada sacando escombro del lugar, como cualquier otro voluntario.

 

Y aunque la visita trató de pasar desapercibida, uno de los rescatistas lo filmó en plena acción con su teléfono celular.

 

Bien.

 

 

Para que vean que no se trató de un amago, ayer el coordinador de los diputados del PRI presentó una adición al artículo 85 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria con la finalidad de que no se vuelva a crear el famoso fondo de los moches.

 

El legislador priista aseguró que no se trata de limitar la facultad del Ejecutivo para proponer presupuesto, sino impedir la disposición de recursos que los mismos diputados asignaron.

 

Dicho en castellano, los recursos federales ya no podrán ser transferidos a fondos a disposición de los diputados que intervinieron en su asignación.

 

Y es que, como usted recordará, los diputados crean un fondo de 10 mil millones de pesos extraídos de diversas partidas, que luego se reparten -20 millones cada uno- para “la infraestructura de su distrito’’… con una comisión de por medio.

 

No es que el Ejecutivo proponga el Fondo –Fortalece, se llama-, ése no viene en el proyecto de presupuesto, sino que son los propios diputados quienes lo crean y se lo reparten.

 

Bueno, se lo repartían, a menos que la mayoría esté en contra de la lógica propuesta del PRI.

 

 

Las constructoras de los edificios “nuevos’’ que colapsaron no se quieren hacer responsables de sus deficientes construcciones.

 

¿De verdad pueden burlarse como si nada del Estado de derecho? ¿Las va a dejar salirse con la suya, señor Mancera?

 

 

caem