La Arquidiócesis de México pidió hoy que se emprenda una “reforma de gran calado” en el sistema político tras los sismos que han golpeado el país este mes y que se evite que la tragedia acabe “capitalizada” por ciertos grupos de poder.
“El pueblo demostró que está listo para ayudar. ¿Habrá reciprocidad de parte de la clase política?”, se pregunta el más reciente editorial del semanario de la Arquidiócesis, Desde la fe.
Después de los sismos del 7, 19 y 23 de septiembre, que acumulan hasta el momento un total de 463 víctimas mortales, los ciudadanos exigen “una recomposición a nivel político-económico” que permita repensar el sistema.
También, que haga que el dolor “no caiga en la esterilidad” o que se utilice para “enriquecimientos avariciosos plenos de inmoralidad”.
“La reforma de gran calado no es propaganda, publicidad o competencia; los cambios profundos son medulares al sistema político”, aseveró la Arquidiócesis, que dijo que “la solidaridad de millones para salvar al prójimo de entre los escombros es un mensaje claro a los que ahora medran con el dolor”.
Abogó por sacar del poder a los políticos que se han hecho ricos a costa del servicio público o a los que han hecho de la política un refugio de “dinastías, linajes o negocios familiares”, y elegir en su lugar a candidatos “de auténtica representación popular”.
También cargó contra las propuestas “enredadas en la palabrería, demagogia e ineficiencia” que han lanzado las agrupaciones políticas después de los temblores, y que no tienen el poder suficiente para transformar “radicalmente” las maneras de la clase política.
“Las reformas no deben ser cosméticas ni de apariencias, no deben representar indecibles fórmulas que al final sean más perjudiciales que beneficiosas”, sentenció la Arquidiócesis.
caem