La dificultad para ver durante la noche y una disminución constante del campo de visión durante el día, son indicio de retinosis pigmentaria, un problema que afecta a las personas que cursan la segunda o tercera década de vida. La oftalmóloga del IMSS, Luz María Arce Romero, indicó que se trata de una afectación que incide en la retina por pigmento, además tiene una implicación genética y hereditaria.
Explicó que el campo de visión normalmente debe ser de 360 grados, pero se va cerrando sobre todo al final del día, el problema aumenta conforme pasan los años y su campo de visión se estrecha casi como sucede con el glaucoma. “Parece que se ve a través de la escotilla de un submarino”.
Por desgracia, la retinosis pigmentaria no causa dolor y, además de la dificultad visual, sólo puede detectarse a través de un examen de fondo de ojo. Normalmente la retina tiene un color entre naranja y rosado, pero conforme se desarrolla la patología el ojo toma la apariencia de estar siendo coloreado con tinta negra.
“Son espículas negras, como hechas con un pincel, y cada una de ellas impide la buena ejecución de la vista, de la conducción del estímulo luminoso al cerebro. Las personas se pueden tropezar con objetos o muebles que tienen muy cerca porque no pueden verlos”.
En este sentido, la experta recomendó a la población, sobre todo a quienes tengan antecedentes genéticos de pérdida de la visión, a realizarse revisiones completas de la vista, en donde haya dilatación de pupila, a fin de detectar la retinosis pigmentaria a tiempo e iniciar un tratamiento oportuno.
“Se han hecho muchos estudios para desarrollar tratamientos, sin embargo, por el momento el abordaje médico consiste en ‘ayudas’ visuales para que el paciente pueda realizar sus actividades.
Mucha gente conoce su problema y a pesar de eso no acude al médico o recurre a soluciones alternativas y equivocadas, empeorando la situación”. De cada 100 casos de patologías de retina, una o dos son retinosis pigmentaria”, agregó Arce Romero.
*edición impresa 24 Horas
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