Morir es un proceso en que hay muchas áreas por descubrir, sin embargo un estudio detalla que la muerte “natural” está dividida en dos etapas.

 

La primer etapa es conocida como “muerte clínica”, en este momento ocurre cuando el latido cardíaco, la respiración y la circulación se detienen, pero las células de tu cuerpo siguen vivas, después de eso y durante los próximos cuatro a seis minutos, se produce la segunda etapa, conocida como “muerte biológica”.

 

En esta segunda etapa las células cerebrales comienzan a morir y la reanimación es imposible.

 

Según James Hallenbeck, un especialista en cuidados paliativos de la Universidad de Stanford, nuestros últimos días en la Tierra son lo que se conoce como la fase de “agonía activa”

 

Rápidamente, comenzamos a perder nuestros impulsos naturales y la mayoría de los sentidos.

 

Hallenbeck dice que las cosas comienzan a ir en este orden:

 

1. Dejas de tener hambre.

 

2. Dejas de tener sed.

 

3. Dejas de ser capaz de hablar.

 

4. Dejas de ser capaz de ver.

 

5. Dejas de ser capaz de oír.

 

6. Dejas de ser capaz de sentir contacto.

 

Otros efectos secundarios incluyen la falta de aliento, depresión, ansiedad, fatiga extrema, confusión mental (probablemente debido a la falta de oxígeno), estreñimiento o incontinencia y náuseas.

 

Tu cerebro, básicamente, está sacrificando lentamente las funciones menos críticas para perpetuar su supervivencia. Incluso la piel comienza a mostrar signos en su desaparición.

 

Tragar y toser es demasiado difícil, por lo que la respiración hará un sonido perturbador en parte de atrás de la garganta, a esto se le conoce como “estertor de la muerte”, un proceso que según los médicos, no duele.

 

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