LAS VEGAS.- El presidente de EU, Donald Trump, acudió ayer a Las Vegas, Nevada, donde el domingo murieron 59 personas y más de 500 resultaron heridas en un tiroteo, y se reunió con algunas víctimas y agentes de seguridad que respondieron al ataque, sin embargo evitó hablar sobre el control de armas en el país.
“No hablaremos hoy sobre la violencia de las armas. Esto fue obra de una persona enferma y demente”, indicó el mandatario en un breve encuentro con los medios de comunicación tras finalizar su visita al University Medical Center, donde ingresaron decenas de heridos del tiroteo y a donde acudió acompañado por la primera dama, Melania.
“Quiero destacar el trabajo de los profesionales que han tratado a las víctimas. Han hecho una labor indescriptible. No queremos ver algo así de nuevo”, apuntó Trump, que calificó a los médicos y el resto del personal del hospital como “algunas de las personas más increíbles” que ha conocido.
“Es increíble la valentía de la Policía y de toda la gente que ayudó a los heridos. Me hace sentir orgulloso”, apuntó.
Asimismo, se congratuló de saber que la mayoría de los heridos en el centro médico recibirán el alta en las próximas horas, días y semanas.
Por último, valoró el “excepcional” trabajo de la Policía y el equipo de la unidad de elite SWAT que irrumpió en la habitación del hotel desde donde abrió fuego Stephen Paddock, autor del tiroteo que acabó con la vida de, al menos, 59 personas.
“Lo localizaron en 11 minutos. Hicieron un trabajo fantástico y salvaron muchas vidas”, apuntó.
Tras la visita al University Medical Center, Trump acudió a la sede principal de la Policía de Las Vegas, donde se reunió con las fuerzas de seguridad y servicios de emergencia que respondieron al ataque.
Allí Trump compareció de nuevo ante los medios y, tras dar un solemne discurso en el que aseguró que “EU es una nación que está de luto” en estos momentos y que la ciudad de Las Vegas ha mostrado su “verdadero coraje y personalidad”, no aceptó preguntas.
Tras la masacre, el mandatario ha evitado en todo momento hablar sobre el control de las armas de fuego en Estados Unidos, aunque el martes pasado reconoció que “quizá” ese debate se abra “en algún momento”.
Durante la campaña electoral de 2016, Trump recibió el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el mayor grupo de presión contrario al control de armas de fuego en EU y que destina millones de dólares a proteger la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a portar armas.
El lunes, la portavoz de la Presidencia, Sarah Huckabee, dijo que “no es el momento” de debatir sobre el control de armas.
En EU, en lo que va de 2017, se han registrado 273 tiroteos masivos, lo que ha dejado 345 muertos y mil 581 heridos, según datos del Archivo de Violencia Armada.
Falta el móvil
Las investigaciones de la masacre en Las Vegas aún no determinan el motivo del atacante:
– Stephen Paddock, jubilado de 64 años, disparó el domindo pasado desde la ventana de su habitación en el piso 32 de un hotel contra 22 mil personas que asistía a un festival de música country.
– Disparó entre 9 y 11 minutos con rifles semiautomáticos que había modificado para que dispararan más rápido.
– Las autoridades han recuperado 47 armas que fueron adquiridas en 4 estados por el atacante.
– Paddock comenzó a comprar armas hace más de 20 años, la mayoría del arsenal descubierto lo compró desde octubre de 2016.
– Le habían recetado en junio 50 pastillas de 10 miligramos del sedante diazepam (valium), un fármaco contra la ansiedad que puede provocar comportamientos agresivos.
– El FBI tiene bajo custodia a Marilou Danley, de 62 años, pareja del autor de la matanza y declarada “persona de interés” para la investigación.
– Danley, de origen filipino y nacionalidad australiana, llegó el martes por la noche a Los Ángeles, California después de pasar al menos 15 días fuera de EU.
Exigen al Congreso mayor control
WASHINGTON.- Tres días después del tiroteo en la ciudad de Las Vegas, el Partido Demócrata acusó al Congreso de Estados Unidos de haberle “fallado” al pueblo y exigió cambios en la legislación que regula el acceso a las armas en el país.
“Este Congreso ha fallado a la gente. ¿Cuántos cadáveres son necesarios para despertar al Congreso?”, preguntó el congresista por el estado de Maryland Elijah Cummings, quien ayer se dirigió a la nación desde una de las entradas del Capitolio, escoltado por el grupo de la minoría demócrata en el Congreso.
En un emotivo discurso, Cummings recordó las matanzas en sitios como Las Vegas, así como los asesinatos del presidente John F. Kennedy (1963) y el líder afroamericano Martin Luther King (1968), todos ellos causa, según dijo, de la política de armas estadounidense.
“¿Cuántos más deben morir. Cien, mil, diez mil, un millón? ¿Cuál es el precio a pagar en sangre?”, cuestionó el legislador, al afirmar que esta situación “debe parar ya”.
El lunes, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, envió una carta al presidente de la Cámara, el republicano Paul Ryan, para pedirle crear una comisión sobre la violencia con armas de fuego y someter a votación un proyecto de ley presentado en 2015 para endurecer su control.
*edición impresa 24 Horas
caem