La Universidad Nacional no para de decepcionar a los suyos. Desde que comenzó el proyecto con Ares de Parga al frente del Patronato, en mayo de 2016, los resultados han sido deficientes, paupérrimos.

 

Primero, el nombramiento de Francisco Palencia como técnico. El destacado ex delantero tomó el lugar de Guillermo Vázquez Jr, quien tras una sólida segunda etapa en Pumas había construido un grupo fuerte, llevó al equipo al subcampeonato en el Apertura 2015 (fueron líderes generales y perdieron la final en penales ante Tigres), también consolidó al equipo en Copa Libertadores, en la que fueron despachados por Independiente de Valle en cuartos de final. Con un tridente al frente que hacía mucho daño a los rivales (Eduardo Herrera, Ismael Sosa y Fidel Martínez), una media cancha que combinaba talento casero y extranjero (Daniel Ludueña y Javier Cortés) y una defensa férrea con Alcoba y el ídolo Verón en la central, Pumas podía soñar con la gloria en el futuro inmediato.

 

Pero todo eso se borró, como si nada de ello funcionara. Una vez más, el proyecto a largo o mediano plazo fue desechado.

 

Tras un primer torneo de experimentos, lleno de refuerzos incapaces (como Saúl Berjón), a pesar de que Palencia calificó a la Liguilla, no tardó en ser eliminado.

 

El declive tomó mayor fuerza con la salida de los referentes del equipo, de cara al Apertura 2017. La crisis se agudizó con el fin de la era de Darío Verón en la central, Alejandro Palacios en la portería y gente que creció en el club como Javier Cortés, Eduardo Herrera e incluso refuerzos que se fajaban la camiseta y solían brillar en la cancha, como Matías Britos.

 

Tres técnicos en un torneo no pueden significar nada bueno, en ningún conjunto deportivo. Cuando Palencia fue despedido, en la semana seis del certamen, Sergio Egea, quien sí es director técnico pero llevaba meses desempeñándose como director deportivo en la institución, tomó al equipo; y de esa situación surge otro argumento para analizar lo mal que están en el interior del club, y es que, ningún otro equipo que atraviesa una crisis, pone a un miembro de la institución, quien lleva meses en un puesto ajeno a la dirección técnica, como interino, como “bombero”.

 

Cinco partidos duró el argentino como timonel. La presión lo ahogó y renunció, para dejar en claro que todo en Pumas es gris este año, que las opciones se acaban y que, a falta de seis partidos para que culmine la temporada regular, no parece que el equipo dejará el sótano de la tabla, mismo al que se aferran con siete de 33 puntos posibles, dos victorias y una diferencia de goles de menos nueve tantos.

 

LA PEOR RACHA EN 60 AÑOS

Los peores Pumas de la historia perdieron 11 partidos, en la campaña 1965-66. La generación actual, con ocho tropiezos y siete encuentros por disputarse, podría superar esta marca.

 

PUMAS EN LOS ÚLTIMOS 10 CAMPEONATOS

TORNEO LUGAR PUNTOS

CL. 2013 7 29
AP. 2013 18 11
CL. 2014 3 25
AP. 2014 8 24
CL. 2015 13 22
AP. 2015 1 35
CL. 2016 10 22
AP. 2016 6 27
CL. 2017 17 18
AP. 2017 18 7 (11 partidos)

 

*edición impresa 24 Horas

 

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