La visita del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a Estados Unidos y México esta semana se da en un momento crucial para las economías del TLCAN, acuerdo con 23 años de vigencia y que mueve un comercio trilateral que alcanza el trillón de dólares.

 

Trudeau estará en Washington el 10 y 11 de octubre donde se reunirá con Donald Trump, para luego viajar a la capital mexicana el 12 y 13 para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto. Con ambos mandatarios hablará de la importancia de la relación comercial trilateral.

 

Su visita coincidirá con la cuarta ronda de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se realizará en Washington, del 11 al 15 de octubre, y de la que se esperan más avances de los que se han conseguido en las tres sesiones anteriores efectuadas alternadamente en Canadá, México y Estados Unidos.

 

Al término de la tercera ronda el único acuerdo anunciado fue la creación de un Capítulo dedicado a la pequeña y mediana empresa y algunos avances en comercio digital. Sin embargo, los grandes roces siguen siendo las reglas de origen (de las que Estados Unidos aún no hace propuestas concretas), Capítulo 19, “candados” estacionarios al comercio agrícola y Capítulo 11, entre otros.

 

La llegada de Trudeau a Washington y a la Ciudad de México es vista con gran expectativa para tratar de destrabar las negociaciones del TLCAN, que se espera terminen a finales de 2017.

 

Entre los temas que Trudeau abordará con sus contrapartes están seguridad internacional, comercio y relación económica, con Estados Unidos, y relación comercial bilateral y cooperación regional, con México, según lo informó la Oficina del Primer Ministro (PMO).

 

El segundo encuentro entre Trudeau y Trump se da en un momento áspero de la relación comercial bilateral donde el Departamento de Comercio estadunidense anunció, casi al término de la tercera ronda del TLCAN en Ottawa, la imposición de un arancel de 219 por ciento a Bombardier, y apenas el viernes pasado anunció un 79 por ciento adicional.

 

Contrario a lo que prometió en febrero de sólo hacer “pequeños ajustes” al TLCAN en relación con Canadá, Trump impuso en abril aranceles de 20 por ciento en promedio a la importación de maderas para construcción de origen canadiense.

 

Desde que Trump, como candidato presidencial, comenzó a criticar el TLCAN, Ottawa ha realizado una intensa campaña tanto en Canadá como en territorio estadunidense para destacar la estrecha relación comercial bilateral de la que dependen nueve millones de empleos estadunidenses.

 

En 35 estados de Estados Unidos, Canadá es el principal socio comercial y más de dos mil millones de dólares en bienes y servicios atraviesan la frontera común diariamente.

 

Por otra parte, el viaje de Trudeau a México se comenzó a preparar desde que el mandatario mexicano realizó su primera visita oficial a Canadá en junio de 2016. Como resultado de esta visita se logró que el gobierno canadiense quitara el requisito de visa a los mexicanos a partir del 1 de diciembre del año pasado.

 

La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que en este primer encuentro de Trudeau con el presidente Enrique Peña Nieto en México tratarán temas referentes a la competitividad, emprendimiento e innovación, así como el fortalecimiento de los flujos comerciales entre ambos países.

 

El intercambio comercial entre ambos países alcanzó 40.8 mil millones de dólares en 2016, un alza considerable respecto a los 37.8 mil millones de dólares de 2015, según cifras del Ministerio canadiense de Comercio Exterior.

 

En las negociaciones del TLCAN Canadá ha insistido en elevar los estándares laborales para reducir el impacto que tiene la transferencia de operaciones automotrices a México por los bajos costos salariales.

 

Desde el 17 de septiembre mil 800 trabajadores de General Motors Canada se encuentran en huelga porque el traslado de operaciones a México ocasionó la suspensión de entre 400 y 600 puestos de trabajo.

 

La segunda visita de Trudeau a la Casa Blanca y la primera a Los Pinos es vista por analistas y negociadores como crucial para el avance positivo de las negociaciones del TLCAN. Ottawa propone modernizar un acuerdo trilateral para hacerlo “progresista” y acorde a los retos actuales, y en donde ganen las tres partes.

 

aarl