La Organización de las Naciones Unidas (ONU), condenó a través de sus oficinas en México contra la Droga y el Delito (UNODC) y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), los hechos violentos que cobraron la vida de 17 personas y en los que otras 30 resultaron heridas, en el Centro de Reinserción Social Cadereyta, Nuevo León, el 9 y 10 de octubre.

 

Ambas oficinas pidieron a las autoridades de Nuevo León realizar una investigación pronta, diligente y respetuosa del debido proceso, para esclarecer la tragedia y otorgar justicia a las víctimas y sus familiares.

 

En el espacio de “Contraportada” se informó que once de los fallecidos eran procesados por secuestro; las autoridades hicieron uso de la fuerza letal, es decir, dispararon contra los reclusos.

 

aarl