Washington. La administración del presidente Donald Trump presentó en medio de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) la polémica cláusula de terminación automática del acuerdo en cinco años.
De acuerdo con el servicio de información financiera Bloomberg, fuentes familiarizadas con las negociaciones indicaron que la propuesta fue presentada a un pequeño grupo de negociadores, reunidos en la sede de la cuarta ronda de negociaciones en un hotel local.
Si bien la información no fue confirmada de inmediato por la Representación Comercial de la Casa Blanca se trata de una de las propuestas consideradas como “píldoras venenosas” por la Cámara de Comercio de Estados Unidos, debido a su potencial para descarrilar el proceso de modernización del acuerdo.
El secretario de Comercio, Wilbur Ross, confirmó el mes pasado que la administración Trump buscaba incluir una cláusula de terminación del acuerdo cada cinco años, a menos que los tres socios ratifiquen su continuación.
El plan generó de inmediato el rechazo de expertos y de empresarios estadunidense. Tanto funcionarios mexicanos como canadienses señalaron en su momento que la idea es contraria a la necesidad de certidumbre para los inversionistas.
RENEGOCIACIÓN NECESARIA
En la conferencia de prensa de apertura de la reunión anual de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se realiza también en Washington, la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, consideró justificada la renegociación del acuerdo, al citar los cambios ocurridos en las más de dos décadas de su existencia.
“Para un tratado comercial que ha estado en existencia por 20 años, no es inusual o innecesario, echar un vistazo, meterse bajo la piel del acuerdo, encontrar lo que funciona, lo que no está trabajando, lo que se espera mejorar”, dijo Lagarde sobre el actual proceso de renegociación entre Canadá, Estados Unidos y México.
Lagarde desestimó la contenciosa ruta que han tenido las negociaciones del TLCAN, cuya cuarta ronda inició la víspera en esta capital, indicando que toda negociación involucra siempre la toma de posiciones a fin de generar espacio para poder maniobrar.
Sin embargo, evitó pronunciarse sobre el estado de las negociaciones o sobre el eventual impacto que podría tener su disolución como tal, ante los reiterados amagos del presidente Donald Trump de sacar a Estados Unidos si no logra condiciones favorables.
Por su parte, el economista en jefe y consejero económico del FMI, Maurice Obstfeld, advirtió el martes pasado que cualquier desajuste en el intercambio comercial resultado de esta renegociación, tendrá efectos negativos sobre los tres socios por igual.
*edición impresa 24 Horas
caem