Es muy probable que los momentos de un buen desempeño de nuestros mercados financieros han llegado a su fin, al menos en lo que respecta a 2017. Aquella recuperación con velocidad del peso mexicano, los nuevos máximos históricos del mercado accionario y la demanda de instrumentos en el Mercado de Dinero, especialmente en plazos mayores de un año (que no tenían que ver con la presión de alza de Banxico en su ciclo de alza en la tasa de interés), parece que han modificado su tendencia secundaria.

 

Son varios los eventos que consideramos han sido generadores de este cambio. Por un lado, seguimos viendo un nivel muy bajo de inversión privada que conforme transcurre el año y la negociación del TLCAN entra en una mayor incertidumbre. Las empresas intentan mantener su dinámica pero no pueden planear con confianza cuando no saben si en el tema de intercambio comercial, las condiciones hacia Estados Unidos cambiarán además de la inflación y el efecto Banxico. Un complicado avance de negociaciones del TLCAN cuya cuarta Ronda estará concluyendo el día de mañana.

 

El tema político empieza a tomar fuerza con los diferentes actores: El Frente Ciudadano, el PRI y posibles candidatos, Morena, El Gobierno, Margarita Zavala, y sin dejar a un lado, los eventos recientes de los Sismos en México y su reconstrucción.

 

Vendrá información de discusiones y avances en el Congreso sobre el reajuste en el Presupuesto 2018 en donde al cierre de octubre deberá quedar autorizada la Ley de Ingresos 2018 para entrar de lleno al tema del gasto. De nuevo, el entorno político con Gobierno, Gobernadores y Presidentes Municipales, así como Diputados y Senadores querrán hacer valer su peso político y lograr intereses propios.

 

Por el lado externo, se mantiene como luz permanente el riesgo geopolítico entre Estados Unidos y Corea del Norte al que se le deberá sumar Irán, cuando Estados Unidos se negó a certificar el acuerdo e imponer sanciones a éste país. El tema cada vez más complicado de la Reforma Fiscal americana por la relación entre el Gobierno y el Congreso tiene algunos puntos que podrían jugar en su caso contra flujos de inversiones y Mercados de México como es la repatriación de capital por ejemplo.

 

Así, parece que de momento las cosas seguirán complicándose.

 

Desde el pasado 20 de septiembre en el que el peso mexicano tocó durante la sesión niveles bajos en $17.62, se inició un proceso de presión gradual que conforme han trascurrido los días se ha ubicado hasta en $18.95, lo que implica una depreciación del 7.5% en el mercado interbancario y al menudeo se ubica cerca de $19.20.

 

Por su parte el mercado accionario local ha mostrado una tendencia moderada de baja. Desde el 25 de julio pasado cuando alcanzó su nivel máximo histórico en 51,772 puntos y cierre en 51,713 puntos, el mercado ha registrado una baja del orden del 3.3% hasta el cierre de este viernes cuando concluyó en 49,981 puntos y vienen los reportes corporativos, algunos de ellos algo complicados.

 

En lo que respecta a las tasas de interés en México, en especial a la curva media – larga que ha tenido una mayor correlación con las tasas de interés americanas, desde el pasado 22 de septiembre cuando uno de los instrumentos más líquidos en México el Bono 2024 gubernamental conocido como el M24, registró su nivel más bajo en 6.63% y el pasado viernes concluyó ya en 7.08%, lo que significa un aumento en menos de un mes de cuarenta y cinco puntos base. El riesgo de normalización por la FED también afecta.

 

Parece que las condiciones seguirán inciertas y con riesgos, por lo que nuestros mercados seguirán ajustando negativamente hasta no tener resultados que retornen la certidumbre.

 

 

 

 

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