LONDRES. Tres personas murieron en incidentes vehiculares por la caída de árboles durante el embate del huracán Ophelia en Irlanda, donde unas 360 mil viviendas y negocios quedaron además sin energía eléctrica, tanto en la República de Irlanda como en la provincia británica de Irlanda del Norte.
Ophelia es un huracán inusual, debido a que se formó en el Atlántico en la zona de las portuguesas islas Azores, y se dirigió luego hacia las islas de Irlanda y Gran Bretaña, donde han provocado las lluvias y vientos más intensos en varias décadas.
En la República de Irlanda, se mantiene la alerta roja por Ophelia, caracterizado por ser el huracán de categoría 3 con trayectoria más al este en el Océano Atlántico del que se tenga registro.
En Irlanda, una mujer de unos 50 años murió cerca de Aglish, y su acompañante de unos 70 años resultó con heridas leves; mientras que un hombre falleció cerca de Dundalk, cuando su auto fue golpeado por un árbol, y otro de unos 30 años, murió en Cahir, también en un incidente vehicular.
La cadena británica BBC agregó que las autoridades exhortaron a todos los usuarios de autopistas de Irlanda a permanecer en sus viviendas o en lugares seguros, y desistir de viajar a menos que fuera absolutamente necesario.
La división del clima de la BBC informó que se reportaron vientos en Roches Point, cerca de la localidad irlandesa de Cork, con velocidades de unos 100 kilómetros por hora, mientras que el Servicio Meteorológico irlandés dijo que las ráfagas más intensas alcanzaron unos 150 kilómetros por hora en Fastnet Rock.
En Irlanda del Norte, la compañía de Electricidad del Norte de Irlanda dijo que 15 mil propietarios de viviendas en la provincia británica tendrían que prepararse para pasar esta noche sin servicio.
En el norte de Gran Bretaña, la policía en Escocia dijo que la tormenta impactó las localidades de Dumfries y Galloway, y la previsión indicaba que el mal tiempo persistiría durante toda la noche.
En territorio de Inglaterra, la policía de Barrow, en Cumbria, atendió diversos incidentes y cerró las autopistas en torno al estadio AFC Barow, cuyas instalaciones sufrieron daños por los intensos vientos, que superaron los 130 kilómetros por hora en el área.
Las autoridades de Cumbria informaron de techos y restos de viviendas esparcidos en las autopistas y cables desprendidos, por lo que hicieron llamados a la gente para que redujera al máximo sus desplazamientos.
En Gales, las líneas de ferrocarriles y autopistas fueron cerradas, mientras ráfagas de viento de más de 140 kilómetros por hora afectaban la zona de Aberdaron, en Gwynedd.
El Servicio de Ambulancias galés dijo que una mujer resultó herida luego de ser golpeada por la rama que se desprendió de un árbol en Wrexham.
La tormenta también afectó la operación aeronáutica, al obligar a suspender o desviar vuelos en el Reino Unido por informes de “olor a humo” vinculados a las condiciones atmosféricas.
La alerta ámbar del Servicio Meteorológico británico sigue vigente para Irlanda del Norte, el occidente de Gales y zonas de Escocia, por la fuerza de los vientos.
Meteorólogos predicen que el extremo suroeste de Escocia registrará vientos de unos 140 kilómetros por hora esta misma noche, siguiendo con ráfagas de unos 90 kilómetros por hora en Glasgow y el cinturón central en las primeras horas del martes, con riesgo para los automovilistas.
La cadena BBC reportó que otras partes del Reino Unido registraban temperaturas inusualmente cálidas, y que la presencia de partículas de arena provenientes del desierto del Sahara provocaron tonalidades rojizas en el cielo de las islas británicas.
JMSJ