Las elecciones federales se llevarán a cabo el 1 de julio, y en ellas se renovarán los siguientes cargos de elección popular: Presidente de la República, 128 senadores y 500 diputados federales.
De manera simultánea se realizarán votaciones locales en 30 estados de la República, en donde se elegirán diversos cargos, incluyendo los gobernadores de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Están en juego tres mil 326 cargos de elección popular a nivel nacional.
En Guanajuato, que gobierna Miguel Márquez Márquez, y en Puebla, que gobierna Antonio Gali Fayad, seguramente repetirá el Partido Acción Nacional. Pero en los otros estados, donde se renovará al titular del Ejecutivo local, el fantasma de la alternancia está presente. Y la cárcel ya espera a alguno de ellos.
En Jalisco, el crecimiento de Movimiento Ciudadano y la fuerza del Frente Ciudadano por México podría derrotar al actual mandatario Aristóteles Sandoval, y provocar una masacre entre la clase política tricolor, que está más desunida que nunca. El Gobierno estatal que concluye realizó una serie de obras y acciones que benefician a la sociedad, pero no se supieron comunicar, mientras que el alcalde Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, supo transmitir cada decisión tomada.
El PRI ya no controla el padrón de la Ciudad de México, solamente la mitad del Estado de México; tampoco maneja el de Puebla, Veracruz, Nuevo León y está a punto de perder el de Jalisco, gracias al gris gobierno de Aristóteles.
En el caso de Chiapas, el sismo vino a cambiar todas las apuestas, pero el gobernador Manuel Velasco supo durante su administración entrar a los hogares de sus gobernados con planes y programas. Está muy arraigado, pues, sumado a las finanzas sanas que deja y la gran seguridad que disfrutan serán determinantes en la decisión de los electores. Ahí seguramente el Verde/PRI repetirá, a pesar del crecimiento de Morena.
En Morelos todo puede pasar, pero lo que sí está escrito es que saldrá en medio de la burla y el descrédito el gobernador Graco Ramírez. Un político profesional disminuyó su mandato a su círculo familiar y a la pelea callejera, con un personaje de barrio, que cobra como alcalde de Cuernavaca: Cuauhtémoc Blanco. El futbolista ganó aquellas batallas y quizá ganará la guerra que se aproxima por la gubernatura.
En Tabasco será sacado a patadas de la Quinta Grijalva el veterano político Arturo Núñez, que militó 37 años en el PRI. Ahora como militante perredista le quedó a deber muchísimo a sus paisanos, y difícilmente el sol azteca repetirá en aquella entidad, donde López Obrador posee un movimiento muy bien organizado. Núñez será recordado porque logró poner fin a 83 años de gobiernos tricolores, pero también por su cándido y gobierno ñoño.
La minigubernatura de Miguel Ángel Yunes Linares se concentró en juzgar a Javier Duarte, pero se olvidó de los terribles problemas que vive la entidad. Entre la quiebra heredada y la inseguridad, el muy cercano a la maestra Elba Esther Gordillo, ex priista y ahora panista se olvidó que fue electo para administrar y resolver miles de asuntos, más allá de castigar a su acérrimo enemigo. Junto con las acusaciones de enriquecimiento ilícito y pederastia, también será recordado como un mandatario que se le olvidó gobernar. La pelea por la sucesión será de pronóstico reservado, pero cada día pierde fuerza su hijo (su gallo), y que nadie se diga después sorprendido porque regresó el PRI.
El doctor Miguel Ángel Mancera no se inscribió para participar como candidato independiente a la Presidencia de la República, y todo indica que no será quien encabece el Frente Amplio Ciudadano. Una senaduría sería su refugio, porque su panorama está más que claro: le entregará el poder a Claudia Sheinbaum.
Será un proceso muy intenso, pero muchos de los resultados ya están cantados, porque en las urnas no únicamente escogemos a nuestros representantes, sino que también calificamos a los que se van.
@GustavoRenteria
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caem