El defensa Rafael Márquez, acusado por Estados Unidos de ser testaferro de un capo del narcotráfico, fue convocado por el Atlas para el partido de este miércoles ante Chivas de Guadalajara por la Copa Mx, tras dos meses y medio fuera de las canchas.
La directiva del Atlas informó al cuerpo técnico que el jugador es elegible para ser alineado en el encuentro por los octavos de final del torneo, y ahora será el entrenador José Guadalupe Cruz quien decidirá si lo envía o no al terreno de juego.
Márquez, de 38 años, se ausentó de las canchas para defenderse de la acusación y el 18 de septiembre se reintegró a los entrenamientos de su actual equipo con la intención de mantenerse en buena forma, mientras continuaba su proceso legal en Estados Unidos.
Durante este tiempo, el exjugador del Barcelona se dedicó, junto con sus abogados, a elaborar un plan de defensa y a integrar información para intentar salir de la lista del Gobierno de Estados Unidos y de alguna manera, limpiar su nombre.
Este martes el abogado del jugador, José Luis Nassar, informó que Márquez había ganado un amparo con el cual recuperó las cuentas de dos de sus empresas en México.
El 9 de agosto, el Gobierno de Estados Unidos acusó a Márquez, al cantante Julión Álvarez y a otros 20 mexicanos de ser testaferros de Raúl Flores Hernández, un narcotraficante poco conocido, pero muy poderoso y relacionado con los cárteles de Sinaloa y Jalisco.
Además, congeló cualquier propiedad que Márquez, Álvarez, Flores y el resto de afectados pudieran tener en Estados Unidos y prohibieron a estadounidenses implicarse en transacciones financieras con ellos.
Márquez continuará su proceso legal y con este inminente regreso a las canchas parece haber abierto la puerta para una resolución potencial de su conflicto, el cual lo mantuvo alejado tanto de su equipo el Atlas como de la selección mexicana.
JMSJ