La revolución digital ha elevado la participación política en Iberoamérica, pero a la vez representa un riesgo para los partidos políticos que enfrentan un mayor escrutinio de una sociedad civil desconfiada, opinaron hoy varios expresidentes ex-presidentes durante un foro en Miami.

 

El exjefe del Gobierno español José María Aznar, uno de los participantes, hizo un llamado a los partidos a “revitalizar los valores clásicos de la democracia” como paso inicial para enfrentar las amenazas de las nuevas tecnologías.

 

Aznar señaló que hay que estar atentos a la “gran capacidad de manipulación” a través de las redes sociales, al resaltar además la naturaleza “anónima” de mucha de la información que allí se maneja y la capacidad de “fraccionar” a las sociedades.

 

El foro, “¿Hacia la reinvención de los partidos políticos?” fue convocado por la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) y la Cátedra Mezerhane sobre Democracia, Estado de Derecho y Derechos Humanos del Miami-Dade College (MDC).

 

“Nunca en la historia de la humanidad las voluntades de las personas han sido más susceptibles de ser manipuladas”, alertó Aznar, quien estuvo acompañado en el podio de los expresidentes Eduardo Duhalde (Argentina), Osvaldo Hurtado (Ecuador) y Jorge Quiroga (Bolivia).

 

El evento contó también con la participación de los expresidentes Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Alfredo Cristiani (El Salvador), Fernando de la Rúa (Argentina) y Jamil Mahuad (Ecuador).

 

De igual forma, participó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien alabó los avances tecnológicos “irreversibles” que sirven para democratizar a la sociedad civil.

 

Sin embargo, Almagro hizo al tiempo un llamado a los partidos políticos a recuperar la confianza de sus votantes, al lamentar que estos movimientos tienen una “connotación negativa para buena parte de la opinión pública” en la región.

 

Indicó además que gracias a las redes sociales hay una ciudadanía “empoderada y conectada” que cuenta con estas herramientas para expresarse, movilizarse e informarse para participar en la política.

 

Según Almagro, la revolución digital está cambiando las reglas del juego en la política y presenta “oportunidades para expandir la democracia, al tiempo que pone a prueba la capacidad de los partidos políticos de operar efectivamente”.

 

La cuestión, para Mahuad, es cómo se van a comunicar los partidos políticos con los millones de personas que utilizan Twitter, “cómo vamos a convencer” a todas estas personas que “hacen todo con el teléfono”.

 

El exmandatario se cuestionó además si serán en las próximas décadas los medios de comunicación la plataforma de los partidos políticos para llegar a las grandes masas, a los votantes.

 

Los participantes además se mostraron de acuerdo en la peligrosidad del populismo en la región y de la llegada de candidatos independientes, ajenos a los partidos políticos tradicionales, pero con una gran capacidad de comunicar a través de las redes sociales.

 

Sin mencionar a nadie, Lacalle señaló que usar Twitter es muy útil para que los candidatos hagan llegar sus propuestas e ideas a un mayor número de personas, pero los presidentes deberían “enterrarlo”.

 

Aznar, por su parte, apuntó al peligro de que “se actúe simplemente bajo la presión o incluso bajo la tiranía de algunos grupos muy concretos que ejercen su poder” con las nuevas tecnologías, algunos disfrazados de populistas.

 

“Ninguna democracia juega a disfrazarse de tiranía, pero todas las tiranías juegan a disfrazarse de democracia”, expresó Aznar.

 

Por su parte, Almagro enfatizó que hay un declive de la identificación de la sociedad con los partidos políticos, y un auge de candidatos independientes que facilitan una “crisis de representación” debido a la revolución digital, que con grandes volúmenes de información los expone al “escrutinio”.

 

“El poder de una persona ha crecido exponencialmente en las redes”, aseguró Almagro, al matizar que hay un gran rechazo al “establecimiento”, a los partidos políticos tradicionales.

 

En ese sentido el expresidente Mahuad hizo un llamado a aprovechar las redes para llegar a la comunidad de la misma manera que lo hacen los populistas, pero con “propuestas”.

 

“La única alternativa al populismo es un gran gobierno popular”, aseguró.

 

A esto, el expresidente Lacalle agregó que estas propuestas políticas deben ser “justas y posibles”, porque “lo imposible es injusto por definición”.

 

El expresidente costarricense destacó por su parte que antes de la caída del muro de Berlín se consideraba que el enfrentamiento era entre comunismo y democracia, mientras que ahora es entre democracia y populismo.

 

En América Latina hay una larga trayectoria de populismo que pervierte el principio de que “la democracia tiene que ser representativa”, consideró.

 

 

 

caem