WASHINGTON, DC.– Ante la creciente complejidad de la renegociación del TLCAN debido el mayor proteccionismo que se haya visto en Estados Unidos, funcionarios y expertos analizan escenarios potenciales sobre un desenlace en la quinta ronda de conversaciones, a partir del 17 de noviembre en México, o una eventual decisión precipitada del presidente Donald Trump de que retire a su país del tratado comercial de 23 años.

 

El Buro de Granjeros Americanos, la más grande organización de cabildeo de los productores agrícolas de Estados Unidos, firmó una carta con sus contrapartes de México y Canadá, urgiendo a Robert Lighthizer, Representante Comercial de EU a negociar sin dañar a los productores agrícolas, informo Venorica Nigh, vocera de esa organización.

 

Mientras fabricantes de autos, abastecedores de autopartes y vendedores de autos, anunciaron esta semana que formaron una coalición: Driving American Jobs, que tiene como objetivo pelear por el mantenimiento y crecimiento de empleos de esa industria, presionando al presidente Donald Trump para mayor flexibilidad en las medidas radicales que propone, a fin de mantener vigente el acuerdo comercial.

 

Estados Unidos es competitivo a nivel global, gracias a muchas de las reformas logradas con el TLCAN que no creemos inteligente cambiar ahora” dice Wes Battle, vocero de esa organización, de la que forman parte el Consejo Americano de Políticas Automotores, la Asociación Americana Internacional de Vendedores de Autos, la Alianza de Fabricantes de Autos, la Asociación Global de Fabricantes de Automóviles y la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos que por primera vez se unen en defensa de lo que consideran uno de los más importantes acuerdos comerciales, de los que dependen millones de empleos en EU.

 

En conferencias, reportes y artículos, estudiosos de la relación de México, Estados Unidos y Canadá recogen el rechazo generalizado de los sectores político, empresarial y sindical de la Unión Americana a propuestas como la Cláusula de Caducidad, eliminación de mecanismos de controversias, el cambio de reglas de origen y otras, que no aportan más que tensión a incertidumbre a las tres rondas de conversaciones pendientes.

 

Externan abiertamente preocupación de que el eventual rompimiento del TLCAN pueda erosionar también la relación y cooperación con EU y conducir a una guerra comercial, que vulneraría la competitividad de las 3 naciones, haría caer exportaciones, afectaría la confianza de inversionistas extranjeros, ocasionaría desempleo, perdidas económicas y dispare costos al consumidor.

 

La eliminación del capítulo 19 sobre mecanismos de  solución de disputas comerciales, como propone EU, facilitaría la implementación de prácticas proteccionistas de manera expedita y el cambio de reglas de origen, reduciría la competitividad de la industria automotriz de la región, por aumentas al costo” .

 

Además, la exigencia de que México incremente su salario mínimo para contrarrestar el incentivo de bajos salarios que llevo a empresas estadounidenses a abrir plantas en México, afectan la soberanía del gobierno Mexicano en política interna, de acuerdo a información de Mariana Sánchez Ramírez, difundida por el Instituto México, del Centro Woodrow Wilson.

 

Sin embargo, otros analistas, estudiosos del comercio de América del Norte, consideran que, primero, Donald Trump realmente no quiere terminar el Tratado, sino presionar por sus demandas, ya que:

1.- Requiere de la aprobación del Congreso para terminar unilateralmente el TLCAN.

 

2.- Enfrentaría numerosos desafíos legales, presiones económicas y consideraciones políticas, por el impacto en los sectores rurales e industrias.

 

3.- No ha presentado la carta de terminación que se requiere con 6 meses de anticipación.

 

4.- Y si la enviara, muchas provisiones quedarían en un limbo que permitiría al Congreso, bajo presión de fabricantes, repeler la medida, de acuerdo a Jennifer Hillman, profesora de Derecho y Comercio Internacional de la Universidad de Georgetown.

 

Las amenazas que han generado tensión, son parte de la táctica negociadora de Trump, para obtener concesiones” dice Adam Austen, vocero de la embajada canadiense.

 

Quizás por eso funcionarios de los 3 países, evitan hablar de la hipotética ruptura, ya que muchos negociadores consideran que las “propuestas venenosas de Estados Unidos” solo buscan presionar, intimidar o hasta confundir a México y Canadá para conseguir más flexibilidad en temas de su interés.

 

Debemos tomar posiciones firmes aunque pragmáticas” dice la Canciller canadiense Chrystia Freeland “no nos saldremos de las negociaciones, tenemos dificultades porque encontramos algunas propuestas de Estados Unidos muy preocupantes, que no podemos aceptar, porque degradarían el acuerdo, pero no queremos hablar de hipótesis sino seguir negociando”.

 

Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía de México, también se abstiene de hablar todavía de esa posibilidad, que Javad Zarif, Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, ubica en el contexto de lo que denomina “Doctrina del Retiro” de Donald Trump, quien, dice:

Se retiró del Acuerdo Transpacífico, del Tratado de París sobre Calentamiento Global, de la UNESCO, del Tratado Comercial de Corea del Sur y ahora busca retirarse también del Acuerdo Nuclear P5+1”

 

El mundo no puede ya confiar en la palabra de Estados Unidos, cuando trata de alcanzar acuerdos en los que mucha gente de varias naciones hacen grandes concesiones” dice Zarif.

 

Y es que tras constantes ataques de Trump al TLCAN, el primer día de su campaña electoral y ahora como presidente hace pensar a muchos que la determinación es inminente.

 

Trump sólo debe notificar con 6 meses de anticipación sobre la salida de Estados Unidos. Podría tener oposición en el Congreso, pero la mayoría republicana en las dos cámaras, lo resolvería.

 

Entre los efectos del rompimiento se prevé un rompimiento de las cadenas de abastecimiento de vehículos, aeronaves, televisores y otros productos que se fabrican y ensamblan en los 3 países, un aumento de precios a una gran variedad de productos, en perjuicio del consumidor.

 

Además, se prevé que se reduzca la cooperación México-EU en materia de lucha contra el narcotráfico, cruce de indocumentados centroamericanos, que haya un posible aumento de inmigrantes indocumentados hacia el norte, como consecuencia de un eventual desempleo.

 

La cooperación en áreas laboral, ambiental o de inversión extranjera no está aún muy clara entre Estados Unidos y su vecino del sur, ya que no tiene un tratado bilateral de inversiones para proteger las inversiones de sus empresas en México.

 

De acuerdo a los analistas, romper el TLCAN crearía múltiples escenarios, según el momento y términos en que se produzca, podrían ir desde la posibilidad de que Canadá y Estados Unidos firmen tratados bilaterales, la continuación del TLCAN por parte de Canadá y México o la eventualidad de que el intercambio comercial pueda volver a los términos que establece la Organización Mundial de Comercio.

 

De producirse el rompimiento, las tarifas comerciales a miles de productos, automáticamente se revertirían a las impuestas bajo reglas de la Organización Mundial de Comercio obligando a Estados Unidos a pagar mayores impuestos a productos que exporte, de 4.2% a Canadá y 7.5% en México y (y en algunos casos hasta de 150% a productos como carne y pollo).

 

Mientras México y Canadá solo pagarían 3.5% por sus exportaciones a Estados Unidos, lo que resultaría contraproducente para los objetivos anunciados por Donald Trump, dice Chad Brown, del Instituto Peterson para Estudios Internacionales.

 

En el caso de EU y Canadá, podrían volver al nivel de Zero tarifas, contenido durante el acuerdo comercial conocido como CUSFTA, vigente de 1989 a 1993, mientras que Canadá y México podrían continuar implementando los términos del TLCAN a sus exportaciones.

 

Un reporte del Centro de Investigación de la Industria Automotriz señala que la separación de Estados Unidos del TLCAN y la eventual aplicación de un impuesto de 35% a la importación de vehículos, dispararía el precio de los vehículos y podría ocasionar pérdidas de 6 mil 700 empleos de ensamblaje de automóviles y 450 mil 000 unidades de venta de autos.

 

 

Insiste Trump en condicionar el DACA

El presidente Donald Trump sostuvo ayer que le “encantaría” alcanzar un acuerdo con los demócratas para proteger a los beneficiarios del programa DACA, pero dejó en claro que debe obtener “algo muy sustancial” a cambio, incluido el dinero para un muro en la frontera con México.

 

“Estamos revisando lo de DACA. Tenemos que obtener algo a cambio. Estamos revisándolo y veremos qué pasa”, dijo el mandatario a los reporteros en la Casa Blanca antes de abordar el helicóptero presidencial Marine 1, en escala a una visita a Dallas, Texas.

 

“Me encantaría lograr un acuerdo sobre DACA (Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infnaica) pero tenemos que obtener algo muy sustancial por ello, incluyendo el muro, incluyendo seguridad, incluyendo una frontera fuerte. Tememos que ser capaces de evitar que las drogas entren a nuestra nación”, insistió.

 

En tanto, un grupo de 39 senadores demócratas estadounidenses pidieron ayer a la secretaria interina de Seguridad Nacional (DHS), Elaine Duke, que no use los datos personales de los jóvenes indocumentados conocidos como dreamers para deportarlos.

 

 

 

con información de Agencias

*edición impres 24 Horas

 

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