“Los dictámenes nos lo quieren dar hasta diciembre, cuando sabemos que en ese mes se van de vacaciones todos”, resaltó René, tío de Julián y Ximena, dos de los menores que perdieron la vida tras el colapso del edificio 1C.
Tras el sismo del 19 de septiembre, cerca de 120 personas damnificadas, entre ellas, adultos de la tercera edad, jóvenes y niños pasan las noches sobre un terreno cercado, el cual anteriormente operaba como una cancha de fútbol rápido. Los días lluviosos son los más complicados para ellos, pues las lonas que techan el lugar, se han ido deteriorando a causa del agua.
“Ya es mucha antigüedad, ya son muchos terremotos que han aguantado estos edificios como para que el gobierno quiera venir y te diga ‘vengo, te resano, te tapo tus parchecitos y ya puedes pasar otra vez’, porque está bien por vista, ¿pero abajo, los muros de contención? Pasaba un tráiler en la noche y tú en el cuarto piso sentías cómo se movía”, señaló Alejandro, coordinador del albergue ubicado en las inmediaciones de un parque público ubicado sobre Calzada de Tlalpan y Cerro San Antonio.
“La ayuda por parte del gobierno ha sido la mínima. Seguimos con lonas, y ya para este tiempo yo creo que deberíamos estar en una situación mucho más decente. Hemos salido avante porque nos hemos cubierto entre nosotros, porque la gente es hermosa y nunca nos deja”, afirmó Rafael Luna, un adulto de la tercera edad, quien pasa las noches con su esposa en una casa de campaña.
Todos ellos vivían en alguno de los más de 500 departamentos que componen el Multifamiliar de Tlalpan, los cuales han sido desalojados por parte de la Secretaría de Protección Civil (PC) por un posible riesgo de colapso.
“El ingeniero que vino aquí nos explicó claramente que iba a llevar un tiempo, cosa que al principio nos dijeron en un momento dado cuando vino aquí el segundo del jefe de gobierno, y nos aseguró que en menos de dos semanas ya íbamos a estar listos, pero es mentira”, puntualizó Luna.
Los vecinos agradecen la ayuda proveniente de los pobladores de las colonias aledañas, tales como la Candelaria, Centinela, Portales, entre otras; sin embargo, los servicios de comida, atención médica, así como de higiene personal no son suficientes.
El lugar cuenta con cuatro baños portátiles, pero consideran que el constante flujo de personas puede atraer focos de infección para ellos.
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