El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, descartó ayer convocar a elecciones anticipadas para salir de la crisis política e institucional y trasladó al Parlamento catalán la opción de declarar la independencia.

 

El dirigente nacionalista hizo una declaración institucional en el Palacio de la Generalitat, en la que aseguró que no convoca a elecciones al no encontrar las garantías suficientes para ello y culpó al gobierno español de no ofrecerlas porque prefiere “añadir tensión”.

 

La declaración es producto de las negociaciones que se han dado en los últimos días para tratar de evitar la intervención del Estado español mediante la aplicación del artículo 155 constitucional, pláticas en las cuales el convocar a elecciones era la principal opción.

 

La cámara catalana sesionó ayer para debatir sobre la aplicación del artículo 155 constitucional y sus posibles efectos, que se prolongó hasta este viernes.

 

Al mismo tiempo, el Senado de España analizó las medidas para la intervención de Cataluña, solicitadas el pasado fin de semana por el presidente del gobierno Mariano Rajoy.

 

Entre las medidas propuestas están el cese de Puigdemont y todo su gobierno; el control de las finanzas y la policía catalana (Mossos d`Esquadra); la limitación de facultades del Parlamento catalán y posterior convocatoria de elecciones.

 

Además de la intervención con el 155 constitucional, Puigdemont se enfrentaría a un proceso penal toda vez que se le denunciaría por rebelión, como lo anunció esta semana el fiscal general del Estado, José Manuel Maza.

 

El Senado español aceptó ayer graduar e incluso detener la intervención del Gobierno central en la autonomía de Cataluña “si cesasen las causas que las motivan”, en referencia a una vuelta a la legalidad constitucional.

 

Sin embargo, los secesionistas catalanes amagaron con que hoy podría producirse una declaración unilateral de independencia.

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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