Santiago Nieto desistió de buscar ante el Senado de la república su restitución como fiscal de delitos electorales, al considerar que, aun obteniendo la mayoría de votos en la Cámara alta, “no hay las condiciones” para su retorno por la actual “polarización política”.
En una rueda de prensa en la capital, Nieto indicó que el titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), cargo del que fue destituido el viernes pasado, “necesita la confianza de todas las fuerzas políticas”, la cual al día de hoy “se encuentra fracturada”.
“Las dudas que tienen dos partidos políticos nacionales en torno a mi persona no generan las mejores condiciones para la lucha electoral” de 2018, aseguró al aludir al oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su aliado, el Verde Ecologista de México (PVEM).
Nieto había pedido al Senado que analizara su remoción y, en su caso, revocara la decisión tomada por Alberto Elías Beltrán -encargado de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía nacional) tras la renuncia de Raúl Cervantes-, por trasgredir el código de ética de la institución.
Según Beltrán, Nieto vulneró la presunción de inocencia y el derecho al debido proceso al hacer declaraciones de la investigación sobre el supuesto ingreso de dinero de la firma brasileña Odebrecht a la campaña electoral del hoy presidente Enrique Peña Nieto a través de Emilio Lozoya, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex).
El ex titular de la Fepade insistió hoy en la “ilegalidad” de su destitución al citar vicios jurídicos como violación al debido proceso al no ser llamado a un procedimiento en forma de juicio, así como falta de competencia de Beltrán para remover a un fiscal.
Aunque no renuncia a que se clarifique su remoción, señaló que “no es pertinente continuar con un proceso que polariza a la sociedad y lesiona a las instituciones”.
Por ello, anunció su decisión de retirar su petición de objetar su remoción ante el Senado, donde el oficialismo y la oposición mantenían un pulso sobre el formato de la votación en torno al tema.
La Junta de Coordinación Política del Senado, dominada por el PRI, propuso el martes un voto secreto de los legisladores, lo que fue objetado por los partidos opositores, que exigían una votación abierta.
La oposición, que interpretó la remoción de Nieto como un intento de frenar la investigación sobre el presunto financiamiento ilegal a la campaña de Peña Nieto, amenazó con frenar la aprobación de la Ley de Ingresos para 2018 si no se llegaba a un acuerdo sobre el tema del exfiscal.
Aunque la pugna provocó la suspensión de las sesiones del martes y el miércoles en el Senado, la Ley de Ingresos, que forma parte del paquete presupuestal para el año próximo, fue aprobada la noche del jueves antes del vencimiento del plazo legal para ello.
La presidenta de la Junta de Coordinación Política, Ana Lilia Herrera, dijo esta mañana que el Senado no dejaría pasar el plazo legal -que vencía el próximo viernes- para que el órgano legislativo se pronunciara sobre la destitución de Nieto, pero ante la decisión del exfiscal ya no será necesario realizar el procedimiento. EFE
aarl