Luego de que una niña inmigrante fuera detenida por las autoridades estadounidenses, al ser dada de alta por una operación en Laredo, Texas; la Unión Americana de Libertades Civiles, encargada de proteger los Derechos Humanos en EU, declaró haber mandado una carta al gobierno del presidente Donald Trump, en la que exigen pongan en libertad a la menor.
Rosa María Hernández, de 10 años, fue intervenida en el Hospital Driscoll de Corpus Christi, donde le retiraron la vesícula, mientras era custodiada por agentes de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Rosa María padece de parálisis cerebral y permanece actualmente en un albergue para menores indocumentados, sin poder ver a sus familiares desde que fue puesta a disposición por las autoridades.
El abogado de inmigración, Alex Gálvez, explicó que la demanda seguirá el derecho constitucional estadounidense que protege el lazo entre madre e hija.
La presencia de los agente se vio desde antes de que Rosa fuera operada, y debido a su condición la organización civil reprocha el actuar de las autoridades. También afirmó que por las características de la menor, no representa una amenaza para la seguridad del país.
La petición de libertad para la originaria de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue enviada a departamento de Seguridad Nacional y al Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Defensores de los derechos de los migrantes pidieron al senador republicano John Cornyn que intervenga, pues creen que las autoridades no debieron proceder de esa manera.
Con información de medios
fahl