La incertidumbre sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la protección que garantiza a los inversionistas podría limitar futuras inversiones en el sector petrolero de México, incluyendo una trascendental subasta de lotes en aguas profundas de enero.
Previo a la quinta ronda de negociaciones del TLCAN, a realizarse a mediados de noviembre en la capital mexicana, las exigencias de Washington -rechazadas por sus socios Canadá y México- han ensombrecido el futuro de un pacto que el presidente Donald Trump amenaza con abandonar si no logra mejorarlo.
La subasta en enero de 29 bloques en aguas profundas con reservas prospectivas de unos 4,200 millones de barriles podría verse afectada si las preocupaciones sobre el NAFTA provocaran que gigantes como Chevron o Exxon Mobil se abstuvieran de participar, dijeron funcionarios y ejecutivos.
Hasta el momento, diecisiete empresas se han registrado para la etapa de precalificación.
“Las futuras inversiones sin las protecciones del TLCAN tomarán en cuenta el mayor nivel de riesgo de que cualquiera disputa no será resuelta de una manera más justa”, dijo a Reuters Tim Callahan, director para México de la australiana BHP Billiton.
Preocupa a las firmas de energía que la cancelación del TLCAN elimine el procedimiento de solución de controversias (investor state dispute settlement), que permite que los conflictos se resuelvan mediante arbitrajes internacionales, que están por encima de cláusulas contractuales que sólo se refieren a tribunales locales.
En diciembre pasado, BHP Billiton ganó una participación de 60 por ciento en un campo de 11,000 millones de dólares en el Golfo de México llamado Trion, el proyecto emblema de la estatal Pemex.
El mismo día fueron otorgados ocho de los 10 bloques de aguas profundas subastados, con compromisos de inversión de cientos de millones de dólares durante los primeros años de contrato por parte de participantes como Chevron y Murphy Oil.
Las subastas son parte de una reforma del sector que puso fin al monopolio de Pemex en la producción de petróleo y gas. Hasta ahora, la reforma ha representado compromisos de inversión que a la postre se traducirán en alrededor de 80,000 millones de dólares, de acuerdo con el Gobierno.
Callahan, quien encabeza el comité para el TLCAN de la asociación de productores petroleros de México (AMEXHI), recalcó un añejo sentimiento nacionalista y una falta de precedentes legales durante el monopolio de 75 años de Pemex.
“No creo que ninguno de nosotros quiera ser el primero en probar en los tribunales mexicanos cómo van a fallar sobre cualquier disputa relacionada al petróleo”, dijo.
INVERSORES QUIEREN GARANTÍAS
Las amenazas al TLCAN pueden obligar a algunas petroleras estadounidenses a optar por no participar en las subastas de enero, dijo la exsubsecretaria de Energía Lourdes Melgar, una de las arquitectas de la operación. Algunos consideran que el mecanismo de impugnación del inversionista es “esencial” para proteger las inversiones, agregó.
Algunas de las mayores inversiones a la fecha solo se hicieron después de que el Gobierno aseguró a varias firmas, a puertas cerradas, que cualquier expropiación o retiro administrativo de contratos podría apelarse vía el mecanismo de resolución de disputas, dijo Carlos Pascual, exembajador de Estados Unidos en México, ahora en IHS Markit.
Tales garantías se dieron antes de que Trump ganara sorpresivamente las elecciones, y las preocupaciones de las compañías sobre la protección a inversionistas duraron “hasta el último minuto” antes de que se presentaran las ofertas, dijo Pascual.
Sin tratado, las disputas sobre inversiones podrían recaer en los tribunales mexicanos, lo que inquieta a algunas firmas preocupadas de que los jueces locales a menudo son susceptibles de sobornos o intimidación, dijeron ejecutivos de compañías petroleras y ex funcionarios.
“Ahora hay una lucha por el dólar del petróleo y el gas, y si las compañías no reciben un trato justo, hay muchos otros lugares adonde ir”, dijo Craig Steinke, director de Renaissance Oil Corp, con sede en Canadá, una compañía que ha ganado cinco contratos en tierra en México.
Incluso bajo la cláusula de retiro administrativo de los contratos petroleros, las compañías tienen derecho a una audiencia para presentar su caso, la participación de un experto independiente y no hay decisiones de una sola persona, dijo Juan Carlos Zepeda, presidente del regulador CNH, y quien está a cargo de supervisar los contratos.
El ministro de Energía, Pedro Joaquin Coldwell, dijo a Reuters que incluso sin las protecciones del TLCAN, el respeto al debido proceso estaba incrustado en el sistema legal de México.
Agregó que México tiene más de una docena de otros tratados bilaterales de inversión con protecciones similares al TLCAN, un punto sobre el cual muchos ejecutivos petroleros que han hablado con Reuters en privado también hacen referencia.
“No creo que la industria deba preocuparse”, dijo Joaquin Coldwell.
Sin embargo, el candidato izquierdista a la presidencia Andrés Manuel López Obrador, quien encabeza las encuestas para las próximas elecciones de julio, tiene un mensaje diferente.
López Obrador ha prometido revisar los contratos petroleros firmados y su máxima asesora energética, Rocío Nahle, dijo que las empresas extranjeras no deberían apostar por eludir los tribunales locales.
“Deben tener cuidado (…) y respetar las leyes de México porque es territorio mexicano”, dijo a Reuters Nahle, quien también lidera el bloque del partido de López Obrador en la cámara baja del Congreso.
JMSJ