Alrededor de 35 mil personas se congregaron este 2 de noviembre desde las 8:00 hasta las 17:00 horas, dentro y fuera del Panteón de San Isidro, ubicado en la delegación Azcapotzalco: esta vez para rendir tributo a los adultos fallecidos.
El tercer panteón más grande de la Ciudad de México, cuya superficie abarca más de 312 mil metros cuadrados y ubicado en Eje 3 Norte San Isidro, concluyó el grueso de sus actividades de Día de Muertos con flores, comida y ceremonias religiosas.
Las calles aledañas alojaron autos, camiones y camionetas. Asimismo, se instaló un tianguis sobre la calle Manuel Salazar, que divide en dos partes al panteón. En él se pudieron encontrar numerosos arreglos florales, ramos, y macetas para quienes desearan añadir más color a la tumba de sus familiares.
Tlacoyos, manzanas caramelizadas, chicharrones preparados, churros y chapulines formaron parte de la oferta gastronómica en el tianguis ubicado entre ambas secciones: una destinado a los niños y el segundo a los adultos. Dicho tianguis fue resguardado por elementos de la policía de tránsito de Azcapotzalco.
También se celebró una misa especial en la glorieta del lugar; entre sus jardines, el obispo Don Florencio Armando Colín presidió la ceremonia bajo una carpa blanca que cubría a los asistentes de os rayos del sol. Además, se instalaron dos centros de hidratación donde se regalaron bolsitas con agua para combatir el calor, un sitio de bici-taxis, y baños portátiles.
ot