Austin.- La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) denunció hoy que la niña indocumentada de diez años con parálisis cerebral detenida en Texas (EU) desde hace nueve días no puede ir al médico por estar en un centro de detención de menores.
La menor mexicana Rosa María Hernández fue arrestada el pasado 25 de octubre por agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) al ser dada de alta de un hospital en Corpus Christi (Texas), donde fue sometida a una cirugía de emergencia en su vesícula biliar.
“Se suponía que Rosa María tenía que ver a su médico el sábado pasado pero como está detenida no pudo ir”, declaró a Efe el abogado principal de ACLU en Texas, Edgar Saldívar.
Además, el letrado explicó que la pequeña tiene hoy programada una visita de seguimiento postoperatorio con el cirujano que la operó, un encuentro que no podrá ocurrir “sin su liberación inmediata“.
Saldívar dijo que a pesar de que el caso de Rosa María es “extremo”, no se trata de algo “único”, ya que su organización ha recibido numerosas denuncias de personas indocumentadas en situaciones similares.
La CBP detuvo la semana pasada la ambulancia que trasladaba a la niña al centro médico y decidió seguir al vehículo con la amenaza de que Rosa María “sería deportada” después del procedimiento quirúrgico.
Después de la operación, la Patrulla Fronteriza detuvo a la niña “sin tener una orden judicial” y la trasladó a un centro de detención de menores en San Antonio (Texas), un lugar donde no puede recibir la asistencia médica necesaria, según la organización civil.
ACLU demandó esta semana al Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, por haber arrestado a la menor en un hospital, un lugar considerado “sensible” bajo la propia política del Departamento de Seguridad Nacional.
Rosa María llegó al país a los tres meses de edad tras cruzar la frontera ilegalmente por Nuevo Laredo, Tamaulipas, con sus padres, que se establecieron en la ciudad fronteriza de Laredo (Texas).
fahl