San Antonio.- Autoridades de Estados Unidos liberaron hoy a la niña mexicana con parálisis cerebral Rosa María Hernández, que permanecía bajo custodia desde la semana pasada en Texas, confirmó hoy el representante demócrata Joaquín Castro.

 

“Finalmente, Rosa María ha sido entregada a su familia, a la que pertenece. Esta niña y sus seres queridos han pasado por una experiencia traumática. Les deseo lo mejor y espero que la salud de Rosa María mejore”, señaló Castro en un comunicado.

 

La niña indocumentada, de 10 años, fue detenida por la Patrulla Fronteriza el pasado 25 de octubre, tras ser dada de alta de una cirugía de vesícula en el Hospital Driscoll Children’s de Corpus Christi.

 

La liberación de la menor ocurre tres días después de que la Unión de Libertades Civiles de América (ACLU) interpuso una demanda en una Corte Federal de San Antonio para exigir al gobierno la entrega de Rosa María a sus padres.

 

La niña ha vivido en Laredo con sus padres de manera indocumentada desde que tenía tres meses de edad.

 

Tras su detención, la niña fue trasladada por la Patrulla Fronteriza a un albergue en San Antonio, Texas, utilizado para mantener ahí a menores indocumentados no acompañados.

 

El trato dado a la niña indignó a múltiples sectores de la sociedad estadunidense, entre ellas organizaciones de derechos civiles y defensoras de los inmigrantes, así como a medios de comunicación, políticos y funcionarios públicos.

 

Tras la liberación de la menor este viernes, Castro dijo que, “si bien esta es una buena noticia, el futuro de Rosa María sigue siendo incierto”.

 

“La administración del (presidente Donald) Trump no ha aclarado si continuará con los procedimientos de deportación contra ella. Sigo pidiendo que el caso de Rosa María sea cerrado administrativamente”, precisó Castro.

 

“En el futuro, debemos abordar las acciones insensibles de la administración Trump. Estados Unidos no debería ser un lugar donde los niños que buscan atención médica corran el riesgo de ser aprehendidos”, señaló.

 

El legislador federal instó al Departamento de Seguridad Nacional a cumplir con sus afirmaciones de que los delincuentes peligrosos son la prioridad de la agencia y reforzar sus políticas de ubicaciones sensibles para evitar detenciones en hospitales, escuelas, e iglesias.

 

“Un caso como el de Rosa María nunca debería volver a suceder “, advirtió.