Por fusionar el presente con el pasado, el Centro Cultural Teopanzolco (CCT) recibió el reconocimiento a la innovación arquitectónica por parte de la revista Architectural Digest, en marco de la edición número 13 de la entrega de los Iconos del Diseño, que premia la labor de los mejores exponentes en arquitectura y diseño de nuestro país.
Esta fue la primera ocasión en que la entrega de los galardones salió de la Ciudad de México, por lo que Joaquín Colino, director general de Condé Nast México y Latinoamérica y David Sólis, director editorial de Architectural Digest entregaron al Gobierno del Estado que encabeza Graco Ramírez un agradecimiento por la hospitalidad y las facilidades otorgadas para la realización del evento que tuvo como sede el CCT.
Durante la ceremonia de premiación, Graco Ramírez señaló que la infraestructura cultural forma parte de un gran esfuerzo que se ha realizado durante cinco años para reposicionar a Morelos en la escena nacional.
Mencionó que para él es un orgullo saber que los jóvenes estudiantes de diseño y arquitectura tienen referentes y saben de la calidad arquitectónica de Morelos.
“Hoy nos toca reconstruir, sufrimos un daño muy severo, pero así como hemos construido, así como hemos recuperado espacios para la cultura y expresión artística les puedo asegurar que vamos a reconstruir con todas y todos a Morelos, vamos a ponernos de pie”, indicó.
El reconocimiento al CCT lo recibieron Abel Perles, Carlos Bedoya y César Mendoza a nombre del despacho Isaac Broid + Productora, quienes diseñaron el proyecto.
Ellos agradecieron al Gobierno del Estado de Morelos y a la Secretaría de Cultura por la oportunidad de realizar el proyecto.
Este galardón se suma a los Premios CICA de Arquitectura Latinoamericana y American Architecture Prize 2017 en la categoría de Arquitectura Cultural, entregados previamente a esta construcción que se está consolidando como un importante referente de la arquitectura contemporánea y cultural.
Isaac Broid tomó como base de su obra la pirámide y la figura geométrica del triángulo, con la cual se logró armonizar e integrar el nuevo recinto con los vestigios.
El terreno donde se edificó el Centro Cultural tiene una extensión de aproximadamente 11 mil metros cuadrados, de los cuales se usaron ocho mil metros cuadrados de construcción, divididos entre escenario, camerinos, cafetería, baños y áreas verdes.
Cuenta con al menos seis espacios alternativos, sala y vestíbulo principal, foro al aire libre, caja negra, foro 360 y la Terraza, para llevar a cabo de manera individual o colectiva actividades artísticas y académicas.
aarl