A 10 años del inicio de la crisis financiera, la riqueza a nivel mundial ha aumentado 27%, y tan sólo en el último año lo ha hecho a un ritmo mucho más acelerado. A esta tendencia han contribuido en buena medida las economías emergentes que aportan cada vez más millonarios y ultramillonarios.
Según la octava edición del Informe de la riqueza mundial de 2017, elaborada por el Credit Suisse Research Institute, desde 2000, el número de millonarios a nivel mundial, es decir, con más de un millón de dólares, aumentó 170%, mientras que el número de ultramillonarios, es decir, personas cuyo patrimonio es superior a los 50 millones de dólares, se ha multiplicado por cinco, lo que convierte a este grupo en el que más rápido crece.
En el año 2000, hasta 98% de los millonarios se concentraba en gran medida en las economías más ricas, pero desde entonces, 23.9 millones de “nuevos millonarios” han pasado a formar parte del total; de estos, 2.7 millones o 12% del total de los recién llegados, procede de economías emergentes.
Al considerar a los ultramillonarios, las economías emergentes representaron 6% del segmento en 2000, pero ahora equivalen a 22%, con 24 mil 500 adultos. Sólo China aportó 17 mil 700 adultos aproximadamente: 15% de todos los nuevos súpermillonarios en el mundo.
Para 2022, se prevé que el número de estos últimos aumente en 45 mil personas, hasta alcanzar las 193 mil.
En los próximos cinco años, anticipa el informe, la riqueza mundial debería seguir creciendo a un ritmo similar al de la última media década (3.9% previsto y 3.8% registrado en los últimos cinco años), si bien a una tasa inferior que la prevista inicialmente (5.4%).
Así, se espera que la riqueza mundial alcance los 341 billones de dólares para 2022.
Se prevé que las economías emergentes generen riqueza a un ritmo más elevado que sus homólogos desarrollados y que alcancen una cuota del 22% en la riqueza mundial a finales del periodo de cinco años. No obstante, el ritmo de generación de riqueza de las economías emergentes es más lento de lo previsto inicialmente.
Respecto a los Millennials, los datos generales apuntan a una desventaja de esta generación debido a que enfrentan hipotecas con condiciones más estrictas, viviendas más caras, mayor desigualdad en los ingresos y una menor movilidad de los mismos, lo que frena la acumulación de la riqueza de los trabajadores y los ahorradores más jóvenes en muchos países.
Sin embargo, sigue habiendo brotes verdes, como el reciente repunte en el número de millonarios menores de 30 años según Forbes y la mejora del contexto en China y otros mercados emergentes.
*edición impresa 24 Horas
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