WASHINGTON.- El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, reconoció ayer que estaba al tanto del contacto entre miembros de la campaña electoral de Donald Trump con intermediarios rusos, modificando una declaración previa que realizó ante el Congreso sobre las conexiones con Moscú.
La comparecencia de Sessions ante una comisión de la Cámara de Representantes no reveló ningún vínculo nuevo del equipo Trump con Rusia, pero fue otro ejemplo de un funcionario estadounidense de alto rango que ofrece una versión diferente de los hechos en la investigación que realizan los legisladores sobreel Rusiagate.
Sessions habló ayer por primera vez ante el Comité Judicial de la Cámara sobre de cuál fue su papel en un encuentro que se celebró en marzo de 2016 en el hotel Trump en Nueva York y en el que participó George Papadopoulos, ex asesor de política exterior de la campaña y una de las figuras centrales en la investigación rusa.
Papadopoulos está colaborando con la investigación abierta por el fiscal especial Robert Mueller para determinar si el Kremlin y miembros de la campaña de Trump colaboraron para favorecer la victoria del magnate y perjudicar a la entonces candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton.
Según figura en documentos judiciales, la investigación de Mueller ha descubierto que Papadopoulos informó en marzo de 2016 a Sessions y otros miembros de la campaña de las reuniones que había mantenido con individuos ligados al Gobierno ruso y que podrían ayudar a organizar un encuentro entre el magnate y Putin.
La participación de Sessions en ese encuentro ha generado gran polémica, pues el fiscal general juró en dos ocasiones ante comités del Congreso de EU que no tenía conocimiento de ningún tipo de comunicaciones o reuniones entre miembros del equipo de Trump e individuos ligados al Kremlin.
Sessions admitió ayer que sabía de esos contactos y aseguró que no había hablado de ellos antes porque no lo recordaba y que, de hecho, solo las recientes noticias sobre Papadopoulos refrescaron su memoria.
“Ahora recuerdo la reunión de marzo de 2016 en el Hotel Trump a la que asistió el señor Papadopoulos”, dijo Sessions.
“Después de leer sus declaraciones y, hasta donde yo recuerdo, creo que le dejé claro que él (Papadopoulos) no estaba autorizado para representar a la campaña ante el Gobierno ruso o ante cualquier otro Gobierno extranjero. Rechacé su sugerencia, porque pensé que era incorrecta”, subrayó Sessions.
El fiscal aseguró que no hubo mala intención en ocultar al Congreso los contactos entre miembros de la campaña de Trump e individuos ligados al Kremlin y que, simplemente, estaba muy ocupado en el proceso electoral y, por eso, no recuerda con claridad algunos detalles.
Las acusaciones de colusión con Rusia durante la campaña electoral han afectado los primeros 10 meses de Trump en el cargo, mientras el fiscal especial Robert Mueller acelera su investigación sobre una posible colusión entre la campaña de Trump y Rusia.
Evalúa indagar a Clinton
El Fiscal General dijo ayer que tomará pronto una decisión sobre si debe investigarse a la ex candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, por las donaciones que recibió su Fundación y si tuvo relación con un trato con una empresa rusa para la venta de uranio, entre otros asuntos.
En la audiencia en el comité judicial de la Cámara de Representantes, Jeff Sessions habló por primera vez de la posibilidad de nombrar a un fiscal especial para investigar a Clinton, algo que algunos legisladores republicanos y el presidente de EU, Donald Trump, han pedido en numerosas ocasiones.
El presidente del Comité Judicial, el republicano Bob Goodlatte, reiteró a Sessions sus peticiones para que abra una investigación sobre diferentes asuntos relacionados con Clinton y le preguntó: “¿Tengo la certeza de que estos asuntos procederán de manera justa y expedita?”.
“Sí, señor presidente, y puede estar seguro de que se realizará sin influencia política y se llevará a cabo de la manera correcta y adecuada”, respondió Sessions.
De esa forma, el fiscal general prometió que las presiones de Trump no tendrán ningún peso especial en la decisión que tome sobre Clinton, a pesar de que el presidente ha amenazado con despedirlo y ha arremetido en numerosas ocasiones contra él por permitir que avance la investigación del Rusiagate.
En la mira
La investigación conra Hillary Clinton ha puesto especial énfasis en la venta a Rusia de la empresa canadiense Uranium One porque, como controlaba un quinto de la producción de uranio en EU, la oferta rusa para comprar la compañía tuvo que ser revisada por una comisión de altos funcionarios, entre ellos Clinton.
– En paralelo a este proceso, la Fundación Clinton recibió millones de dólares en donaciones de personas con intereses en Uranium One.
*edición impresa 24 Horas
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