La quinta ronda de negociaciones para actualizar el TLCAN, que iniciará el viernes en Ciudad de México, buscará avanzar en las propuestas ya presentadas por los tres socios y por primera vez no participarán los ministros, informó hoy la Secretaría de Economía mexicana.

 

El titular mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo; la canciller canadiense, Chrystia Freeland, y el representante para Comercio de E.U., Robert Lighthizer, acordaron “no asistir a la quinta ronda”, en reuniones por separado durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrada en Vietnam.

 

El objetivo es que “los negociadores puedan continuar avanzando en los capítulos clave” abordados en Washington, señaló la Secretaría de Economía en un comunicado.

 

Además, los ministros instruyeron a los jefes negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, en vigor desde 1994 entre México, E.U. y Canadá) “enfocarse en avanzar las discusiones sobre propuestas presentadas tanto como sea posible”.

Aunque la quinta ronda arranca formalmente el próximo viernes, los jefes negociadores de TLCAN confirmaron hoy que algunos grupos técnicos se empezarán a reunir a partir de este miércoles.

 

“Cerca de 30 grupos técnicos sostendrán reuniones de trabajo durante la quinta ronda, la cual concluirá el 21 de noviembre”, indicó Economía.

 

Agregó que los jefes negociadores de México, Estados Unidos y Canadá mantendrán “una comunicación constante con sus respectivos ministros y les informarán sobre los avances alcanzados en esta ronda”.

 

Esta ronda se celebra después de una complicada cuarta ronda en Washington que se cerró sin avances y con la retórica del Gobierno de Donald Trump más encendida que nunca, al considerar que ni México ni Canadá atienden sus demandas, lo que llevó a extender las conversaciones hasta 2018.

 

Entre las exigencias de E.U., que han obstaculizado el avance de las negociaciones con sus contrapartes, sobresale la de aumentar la cuota de productos fabricados en Estados Unidos, especialmente en el sector del automóvil, una de las piezas clave del pacto comercial.

 

También la cláusula “sunset”, que obligaría a revisar el tratado cada cinco años y haría que quedara suspendido si alguno de sus tres miembros no estuviera de acuerdo en extenderlo.

 

Al respecto, Guajardo dijo que propondrá un compromiso de evaluar cada cinco años la continuidad del convenio y “no pautar su muerte súbita”, y defendió la relevancia de las compras mexicanas de productos en algunas zonas de Estados Unidos.

 

ERM