El titular de la Secretaría de Economía (SE), Ildefonso Guajardo Villareal, destacó que durante el primer trimestre del próximo año buscarán acelerar las negociaciones para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

 

El funcionario federal destacó que rumbo a las elecciones del 2018 en México, se pensó que era “de vida o muerte” terminar las negociaciones este diciembre, pero incluso podría entrar en el proceso electoral y no espanta a nadie que se siga negociando hacia el primer trimestre del próximo año.

 

“Ellos tienen perfectamente diagnosticado nuestro proceso electoral, el tema es que vamos a estar programando negociaciones, seguramente tratando de acelerar las cosas para el primer trimestre, y va a llegar un punto donde se debe tomar la decisión sobre qué tan avanzados estamos”.

 

En entrevista televisiva con Carlos Loret de Mola, refirió que si para marzo de 2018 no se ha avanzado en la negociación, Estados Unidos debe preguntarse si es lógico “meterle ruido” a la elección o es preferible esperar hasta después de las elecciones, con un nuevo presidente electo.

 

Por ahora “la atención de Estados Unidos está en el procesamiento de la reforma fiscal, que sin duda no va a ser fácil y tienen el respaldo republicano, por lo que introducir ruido sobre el TLCAN pone incomodo a muchos senadores que no quieren afectar el proceso”.

 

Añadió que de tal forma, al cierre de este año solo queda la quinta ronda de negociaciones, la cual comienza oficialmente mañana en México, así como una sexta, que se llevará a cabo en diciembre en Washington D.C, pero se abrirán otras en 2018.

 

Sobre los comentarios del secretario de comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, de que romper el TLCAN puede ser “devastador” para México, aclaró que no lo sería, a pesar de que el comercio exterior representa 40 por ciento del PIB en México y de solo 4.0 por ciento en aquél país.

 

“Sin duda México puede tener un impacto en el corto plazo, porque la marca o el branding es muy sensible para los mercados, el impacto se tendría que hacer territorial y por sectores, pero el impacto final sobre el producto dependerá mucho del ejercicio de contracción”.

 

En vegetales, por ejemplo, comentó que para los productores de pimiento morrón, con o sin tratado van a seguir siendo competitivos, pero otra gente que produce melón o sandía, y que puede pagar un arancel del 20 por ciento, sí tendría que replantear su cultivo.

 

Sobre la quinta ronda de negociaciones, dijo que las mesas iniciaron desde ayer, pero formalmente comienzan mañana y continúan hasta el 21, con 30 grupos de trabajo, y el hecho de que no estén los representantes de economía “no quiere decir que no demos seguimiento al desarrollo y a las propuestas”.

 

Al respecto, refirió que los ministros de economía se vieron en Vietnam el sábado pasado y acordaron que esta ronda debería tener un espacio, “empezamos a rebotar unas de las cosas más complejas que están en la mesa y a tratar de entender su fundamentación”.

 

Por ejemplo, dijo, ya se tienen las reglas de origen en el sector automotriz, del 85 por ciento desde un 62 por ciento actual, pero la transición se quiere hacer en tres años, cuando los modelos de autos 2018 ya están en el mercado y los 2019 ya están prácticamente diseñados.

 

Respecto a la cláusula “sunset”, es decir, que el tratado se revise cada cinco años y en ese momento se decida si continúa, explicó que cada país es libre de evaluar los diferentes temas, pero no se aceptará una muerte súbita.

 

“Una muerte súbita es terrible señal para los mercados, estamos cambiando de lo negativo a lo positivo”, es decir, que en cinco años se puedan evaluar ciertos criterios, como la creación de empleos, que no necesariamente tienen que ver con la apertura comercial, apuntó.

 

fahl