La revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) cada cinco años no habrá de generar incertidumbre financiera en los próximos años, lo que sí la provoca es proponer la terminación del acuerdo, respondió el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.

 

Hagamos un análisis estructurado de los efectos de un TLCAN cada cinco años, eso no quiere decir que en automático te vayas a salir, es una revaluación, y eso es lo que estamos proponiendo”, dijo previo al inicio formal, este viernes, de la quinta ronda de negociación del acuerdo comercial, en la Ciudad de México, y en la que no estarán presentes sus homólogos de Estados Unidos y Canadá.

 

“Me parece que el que hagamos cortes periódicos es una buena idea, y no es sinónimo con que venza a los cinco años. Parece que es un planteamiento que hay que entender bien de los dos lados”, respaldo ayer mismo el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, en una entrevista después del foro Mujeres Pyme.

 

Guajardo aclaró que la propuesta del Gobierno mexicano es diferente a la de la administración estadounidense, que busca una “muerte súbita” del acuerdo, pese a estar en vigor el próximo lustro.

 

Cuestionado sobre el efecto devastador para México si el TLCAN termina, al que se refirió esta semana el secretario de Economía de EU, Wilbur Ross, el funcionario mexicano respondió: “no lo creo”.

 

Si bien el país resentiría un impacto a corto plazo, “la capacidad de ajuste y la manera de cómo lo hagamos es lo que nos da la resistencia frente a los impactos de cualquier cambio”.

 

Reiteró que una eventual cancelación del tratado comercial impactaría a 20% de las exportaciones totales de México, y de estas 4.0% requeriría un plan inmediato de asistencia.

 

Guajardo Villarreal destacó que las contrapropuestas de los negociadores mexicanos se darán en capítulos a punto de cerrar, como los relacionados a las telecomunicaciones, al comercio electrónico y medidas anticorrupción.

 

El secretario mencionó que se discute además el fortalecimiento de mejores prácticas regulatorias, y apuntó que la mayor diferencia hasta ahora es por la intención de Estados Unidos de modificar reglas de origen en las exportaciones de la industria automotriz. En la actualidad, 62.5% de las partes de un auto o camión ligero debe proceder de la región de Norteamérica para entrar al mercado sin arancel.

 

Respecto a los plazos, señaló, que si las negociaciones del TLCAN se extienden hasta marzo del año próximo, EU tendrá que evaluar si es deseable que se vean influidas por las elecciones presidenciales de julio en México.

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

caem